Esos tiempos de no salir de las casas, de verse, oírse y leerse en los medios de comunicación, pero por masacres, quedaron atrás.
Y una de las causas, fuera de la seguridad democrática, impuesta por el presidente Álvaro Uribe Vélez, fue volver a darle importancia al deporte.
Entender que una juventud rodeada por la violencia, que tendía a estar cerca de la droga y los vicios en general, había que atacarla de alguna forma y apareció una palabra mágica: deporte.
De ahí que la obsesión del alcalde Luis Ernesto Vélez Madrid fue una, lograr la sede de los 31 Juegos Departamentales y lo consiguió, gracias a que Indeportes Antioquia entendió que era una zona que necesitaba una actividad sana con urgencia.
“Cuando usted me pregunta qué le queda a Urrao con estos Juegos, tengo que decirle que fuera de escenarios deportivos, es la recuperación de una sociedad por medio del deporte y en especial de la juventud”, dice en forma enfática Vélez Madrid.
La construcción de un coliseo alterno, el nuevo tablero electrónico del coliseo municipal, el mejoramiento de varios escenarios, son parte del inventario que le quedará a Urrao, gracias a las justas “olímpicas” de Antioquia, con una inversión cercana a los 1.000 millones de pesos.
Pero fuera del cemento hay otro aspecto que justifica mucho más realizar un certamen de esta índole, reorganizar deportivamente el municipio.
“Urrao tuvo una época de mucho deporte, pero llevaba cuatro años estancado, porque nunca hubo inversión en este sentido y este año se la metimos toda y los resultados están a la vista. Por primera vez en la historia de los Juegos conseguimos tres medallas. Además, hay que tener en cuenta que hacia varios años que no estábamos en estos Departamentales”, agrega Luis Ernesto, quien es claro al decir que los nuevos escenarios no serán elefantes blancos.
Para la primera autoridad del municipio representa mucho que cerca de 6 mil óvenes estén practicando deporte, que sean los actuales campeones óven máster del Suroeste y de los Juegos del Magisterio.
“Estos Juegos, con los escenarios que construimos, nos permitirá atender las Olimpiadas campesinas que albergan 122 veredas y durante diez días congregan 900 deportistas. Además, durante el año se realizan varios campeonatos para niños, óvenes y adultos, que nos obligarán a tener los escenarios copados”.
Quienes se pasearon durante diez días por las calles de Urrao, comprobaron el compromiso de cada uno de los pobladores. Y es que la orden del Alcalde fue clara para todos los secretarios de despacho, desde mayo que le entregaron la bandera “todos a trabajar por los Juegos” y parece que cada uno de los habitantes escuchó, porque faltó espacio para albergar a tanto público en los escenarios.
Cada uno de los visitantes, llámese deportista, dirigente, periodista o turista, fue cobijado por la amabilidad de los habitantes del denominado Brisas del Penderisco, e igual se pudo trasladar de un lugar a otro, sin temor a ser “atropellado” por la violencia.
Mejor dicho, a Urrao hay que volver, y si es a hacer deporte, mucho mejor.