Con el gris, ese color cuya energía es baja, Jorge Jaramillo consigue integrar en sus obras de arte el movimiento, en el que requiere tanto, precisamente, de la energía que emerge de los colores.
En la muestra que ahora tiene en la galería Arte Autopista, titulada con su nombre, presenta una evolución en su trabajo en el que el gris es apenas una pequeña parte, pero muy novedosa, porque antes él nunca se había atrevido a experimentarlo.
"Creía que con el gris no era posible hacer las obras de movimiento, en la que la luz sale del mismo color y no de otra parte fuera de él. Pero me sorprendí al descubrir que también me brindaba posibilidades".
En los cuadros de Jorge -que, para ser precisos no todos son cuadros; el formato varía- hay movimiento, color y música. El movimiento -ilusión óptica-, se expresa en aparentes dobleces de las figuras, que hacen ver un lado superpuesto al otro, pero que de pronto cambian de situación: el que estaba en un plano más sobresaliente, pasa a estar en el plano más profundo del cuadro.
La emergencia de las luces desde el color consigue recordar las estrellas, cuya luminosidad también proviene de adentro; no un mero reflejo de la de otros cuerpos.
En fin, el arte cinético engaña los ojos. Mejor dicho, a la galería, los espectadores van a jugar.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
