La fuerte disminución de la demanda, tanto interna como externa y la reducción de las remesas, en el cuarto trimestre de 2008 y en el primer trimestre de 2009, tuvo un impacto negativo sobre las economías de los países de América Latina y el Caribe.
Por ello, la Comisión Económica para América Latina y el caribe (Cepal) estima que el Producto Interno Bruto de la región caerá a -1,7 por ciento en 2009.
La Cepal comentó que, a diferencia de crisis anteriores, los países están menos endeudados y tienen más reservas internacionales, al tiempo que los sistemas financieros regionales presentan un grado de exposición externa relativamente bajo.
Por lo tanto, en esta oportunidad no son problemas financieros los que han afectado a la región más rápidamente y con mayor profundidad sino que, por el contrario, los impactos más fuertes provienen del canal real.
En particular, en la última parte del 2008 y en los primeros meses de este año se observa una significativa disminución de los flujos de comercio internacional, un deterioro de los términos de intercambio y una disminución de las remesas, elementos que habían impulsado el crecimiento regional en los últimos años.
A esto se sumó la elevada incertidumbre sobre el desarrollo de la crisis y el deterioro en las expectativas sobre la recuperación de las economías.
Luego se agregaron los efectos que la propagación del virus de la influenza humana tendrá en la actividad económica de algunos países, especialmente en el desempeño de sectores como el turismo, ya afectado por la disminución esperada en el flujo de viajeros provenientes de países desarrollados.
Según la Cepal, la recuperación de las economías en la región podría comenzar en el segundo semestre del 2009, pero esta partirá de niveles muy inferiores a los registrados en el primer semestre de 2008.
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