Cuando vi por primera vez las fotografías del Presidente Juan Manuel Santos con el Príncipe Carlos visitando dos de los más hermosos paisajes verdes de Colombia, me acordé de la cifra de 120 mil hectáreas de bosque natural deforestadas cada año en el país, sin que las autoridades nacionales, regionales y locales puedan detenerla. Lo contrario, precisamente en estas dos áreas la cifra está aumentando.
De acuerdo con el Ideam, es precisamente allí, en los departamentos del Meta, Caquetá, Amazonas y Guaviare que la tasa de deforestación ha aumentado, y donde, además, se concentran los mayores focos de degradación de bosques del país, como son en el área de influencia de los Parques Nacionales Naturales de las Serranías de La Macarena y de Chiribiquete. Lugares visitados por el Príncipe.
Por todos es sabido que el Príncipe Carlos tiene un gran interés por frenar la deforestación en el mundo, inclusive desde su proyecto llamado The Prince"s Rainforests Project, Su Alteza implementa soluciones prácticas que permiten frenar la lenta pero destructiva deforestación tropical, y así combatir los impactos que el cambio climático deja actualmente en el mundo. Detener la destrucción y degradación de los bosques es la solución mas costo-efectiva para reducir estas emisiones en el corto tiempo ¿Por qué en Colombia esto no se entiende?
Para este propósito, la Visión Amazonas 2020 del Presidente Santos se puso como meta llevar esta deforestación a cero. Pero las cifras muestran todo lo contrario. Nunca antes en la historia, la Amazonia colombiana ha estado tan impactada y amenazada por la deforestación y degradación. Inclusive ya se habla de la pérdida de conexión que existía entre la Amazonia y las regiones Andina, Orinoquia y Pacífica. La humedad de la macrocuenca del río Amazonas nos alimentaba a todos.
La deforestación en Colombia no solamente es causada por cultivos ilícitos, tala y minería ilegal, sino por actividades legales como la ganadería, cultivos agrícolas y pastos, pequeña, media y gran minería legal, o la exploración y explotación de hidrocarburos en el territorio, y cualquier otra actividad de impacto que se planee.
La Macarena ubicada en el Meta ha sido catalogada como el mejor lugar para el desarrollo y evolución de la vegetación y la fauna de origen guyanense, amazónico, andino y orinocense; y la Serranía de Chiribiquete, entre Caquetá y Guaviare, integra lo más representativo de la biodiversidad colombiana.
En el año 2013, solamente en el Meta se deforestaron cerca de 20 mil hectareas de bosque natural, es decir, el 17 % del total del país. Precisamente allí, en el área de influencia de Caño Cristales, en La Macarena.
Presidente y Minambiente, los pocos héroes guardaparques, los pocos funcionarios de las Cars, los pocos agentes de la Policía, los pocos soldados del Ejército y los pocos funcionarios de la Fiscalía no pueden solos.
Es claro que se necesita algo más que buenas intenciones y la cooperación de países interesados. Cuando se amplíe el área de un Parque esta debe ir acompañada de más funcionarios, más recursos y más fuerza pública para su control. Mientras que la demanda por los recursos naturales del país aumenta, la capacidad de las autoridades ambientales disminuye. El permiso de aprovechamiento y el certificado de sustracción forestal en la Amazonia colombiana tiene que ser revisado de manera urgente.
Teniendo en cuenta la actual tasa de deforestación en la Amazonia, así como la deforestación planeada con el desarrollo de los grandes proyectos mineros y petroleros para la región ¿Cuál será la estrategia del Gobierno para cumplir su meta en los próximos 4 años de llevar esta deforestación a cero? ¿Qué alternativas económicas se les ha ofrecido a las comunidades que viven y administran los recursos naturales de la selva?
Si la tasa de deforestación continúa de esta manera, ¿a qué zona de la Amazonia colombiana vamos a llevar al Príncipe y la Duquesa Cornualles cuando vuelvan en 10 años?.
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