Me llama la atención que ningún experto en elecciones y democracia explore el sentido y valor del derecho al voto que se le pide al ciudadano que ejerza, ni cómo su decisión al elegir puede ser diversa, variable y plural.
Estamos acostumbrados a elecciones de cuerpos colegiados (juntas administradoras locales, concejos, asambleas, Congreso y ahora Parlamento Andino) en las que siempre se proponen listas confeccionadas por partidos o movimientos o grupos, donde se destacan algunas personalidades. Pero el ciudadano vota por un individuo y termina posicionando una lista prefabricada.
¿Por qué no permitir que el propio ciudadano confeccione la lista de quienes quiere ver en tal cuerpo colegiado? Esto es, que cada ciudadano marque en su tarjetón los candidatos que desea que ocupen las curules del órgano para el cual está eligiendo. Si con mi voto no sólo se elige un candidato sino una lista, entonces tengo el derecho de confeccionar mi lista, así en ella haya una variedad contradictoria de personalidades e ideologías. El voto por un candidato a ocupar una curul en un cuerpo colegiado debería ser eso: sólo un voto por un candidato. Parece más adecuado regresar a las épocas cuando los partidos daban aval a sus candidatos, pero modificar los requisitos para inscribirse y permitir que cualquier ciudadano ejerza el derecho a ser elegido con sólo presentar su cédula.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4