Toda la atención estuvo concentrada hasta último momento en los diez estados cambiantes, que anoche se proyectaban, una vez más, como decisivos en la elección del nuevo Presidente de E.U. para los próximos cuatro años.
Un aspecto del que muchos guardaban la esperanza, de que fuera espejo de los resultados de anoche, 31 millones de estadounidenses que votaron de manera anticipada, le entregaron el triunfo a Barack Obama .
Pero los ojos estaban puestos en los estados bisagra: Colorado, Florida, Iowa, Nevada, Carolina del Norte y Ohio, los estados oscilantes que votaban anticipadamente y que tienen como premisa ser determinantes en la elección.
En todos, salvo Colorado el presidente mantenía tendencia de victoria pero con cifras menos determinantes frente a 2008.
Los republicanos se asestaron un triunfo en Colorado, 37 por ciento contra 35 por ciento, una votación inversa a la que obtuvo el mandatario hace cuatro años. Al menos 1,7 millones de personas votaron allí. En Florida, estado clave por su presencia hispana y sus 29 votos electorales, habían votado 4,5 millones de personas antes del martes. De ellos, el 43 por ciento prefirió a los demócratas y 39 por ciento a los republicanos. En Ohio votaron anticipadamente 1,7 millones de personas, 29 por ciento favorecieron a los demócratas frente a un 23 por ciento de los republicanos.
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