Los habitantes de Útica (Cundinamarca) no duermen desde la madrugada de ayer. Todo por la amenaza de la quebrada Negra cuyas aguas parecen interesadas en borrar al pueblo del mapa desde las cuatro de la mañana.
La avalancha dejó dos personas muertas y un desaparecido. "Llegó ese flujo con lodo, con bastante barro, con material vegetal que realmente inundó el 80 por ciento del municipio y, según el último censo de los bomberos, inundó totalmente a 120 casas", relató Marcel Hernández, alcalde de Útica.
Ante el peligro inminente, el gobernador Andrés González ordenó el desalojo de todas las viviendas de la población desde las horas de la tarde, al ser testigo del caos que ha dejado hasta el momento el desbordamiento de la quebrada, que destruyó más de 100 viviendas e inundó otro centenar.
"Hemos ordenado llevar nuestra gente a los sitios más altos de Útica, para prevenir la pérdida de vidas que son lo más importante", dijo el Gobernador.
El gobierno departamental dejó a disposición de los habitantes 100 carpas que la Cruz Roja distribuyó en las zonas altas de Útica como el barrio Alfonso López y El Pedregal, mientras los organismos de rastreo evalúan el comportamiento de la quebrada Negra.
González admitió que el municipio quedó en ruinas, pero destacó la importancia que deben tener las vidas humanas sobre los bienes materiales. "Evidentemente el municipio está destruido, pero lo más importante ahora es la protección de la vida de nuestra gente. Estamos organizando las ayudas".
El Gobernador destacó que "he ordenado la evacuación total del municipio en toda la zona urbana. Ojalá no se dé la avalancha de enormes proporciones, pero si se da tenemos que estar guarnecidos en las zonas altas", concluyó.
En lo que va de año ya son 89 las personas que han perdido la vida en todo el país por la temporada de lluvias. También hay reportados 22 desaparecidos y 40 heridos.
Varios destinos de peregrinación en esta Semana Santa presentan algún cierre vial (ver infografía).
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