Nacional ganó (1-0) pero sus hinchas y el técnico Gabriel Jaime Gómez salieron insatisfechos con el rendimiento colectivo.
Medellín perdió, pero sus seguidores y el entrenador Santiago Escobar se fueron del Atanasio Girardot con algo de "tranquilidad" porque el desempeño en la cancha resultó importante, a pesar de jugar casi todo el partido con 10 hombres.
La expulsión -la segunda en tres presentaciones- de John Javier Restrepo (18') y la viveza de Giovanni Moreno que apeló al teatro para impresionar al árbitro Albert Duarte, determinaron el desenlace del compromiso que se realizó el sábado ante 18.051 personas.
Ese fue el panorama del clásico antioqueño 253 que le entregó los tres puntos a los verdolagas, gracias al gol de Humberto Mendoza (46').
La victoria les dio un respiro a Gómez y sus dirigidos que están lejos de lo que pretenden, a juzgar por las declaraciones del estratega: "en este equipo hay afugias y por momentos se nota nervioso. El partido se podía resolver con más claridad... El fútbol colombiano se volvió de ida y vuelta, como de barrio o de colegio. Yo quiero otras cosas con Nacional, volverlo sólido, que gane con sobriedad y llene las expectativas".
Barrabás Gómez confesó que la semana resultó dura por la presión y que la alegría por la victoria no alcanzó su esplendor al ver que al frente sus amigos Sachi Escobar y Leonel Álvarez sufrían por la derrota.
En el desempeño individual entre los verdes no hubo nadie brillante. Gustaron la velocidad de Carlos Díaz y un poco la reaparición de Estiven Vélez. Giovanni Moreno tuvo chispazos y se nota que el equipo depende mucho de su inspiración. Los refuerzos aún tienen que trabajar mucho para justificar su titularidad.
Está aburrido
En el Medellín hay tristeza e incertidumbre porque los imponderables afectan sus planes. El principal, las expulsiones que obligan a variantes como sucedió frente a Nacional.
A Choronta Restrepo, quien llegó como la gran contratación, le espera un castigo fuerte de la Dimayor por ser reincidente. Luego del juego ofreció disculpas porque con su salida sacrificó al grupo y obligó a sus compañeros a redoblar esfuerzos: "sale uno con dolor, fue una falla para el equipo y asumo mi responsabilidad".
Explicó que levantó la mano y le tocó la cara a Giovanni, pero consideró que el juez central "se aceleró; si hubiera sido un codazo él no se para tan rápido y riéndose como lo hizo".
La situación del plantel es complicada por la posición en la tabla, pero entre los directivos hay confianza y respaldo al cuerpo técnico.
Sachi manifestó que está listo para vivir una semana de críticas y admitió que lo aburre la falta de puntos, pues "la explicación de que jugamos bien y que cada vez veo un grupo más compacto, no les sirve a los hinchas".
Pero no pierde la fe y credibilidad en sus dirigidos que deben reflexionar y hacer su aporte para salir de la mal racha, ahora que hay tiempo de reaccionar.
