Una caleta con 1.800 kilos de anfo fue incautada por el Ejército Nacional en zona rural del municipio de Toribío, en el Cauca, explosivos con los cuales se pretendía atentar contra la población civil.
En la caleta se ocultaban 200 granadas no convencionales de alto poder explosivo de 81 milímetros.
Estas granadas se encontraban listas para ser utilizadas dentro de algún acto terrorista en municipios cercanos como Toribio, Corinto, Caloto o Miranda. Expertos antiexplosivos destruyeron de forma controlada las granadas.
Además las Fuerzas Militares encontraron siete artefactos explosivos de alto poder y dos campos minados más, con los cuales las Farc intentaba afectar a la población civil y a las tropas que realizan continuamente controles militares para evitar el transporte de alucinógenos, específicamente en los municipios de Inzá, Buenos Aires y Toribio.
El lugar donde las Farc, habían instalado los poderosos artefactos explosivos, exponía a la población civil a los riesgos de una detonación no controlada. Es así que de forma inmediata los militares de la Fuerza de Tarea Apolo se pone en conocimiento ante los entres Fiscales, quienes autorizan la destrucción de los explosivos artesanales.
De no ser por la oportuna intervención de los soldados, las Farc habrían cumplido su cometido de causar daños incalculables tanto en la integridad de las personas que se encontraban cerca, como también en los bienes materiales de estas humildes comunidades.
La siembra indiscriminada de artefactos explosivos no convencionales, sigue siendo una práctica sistemática por parte de las Farc, que hacen presencia en el norte del Cauca y sur del Valle.
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