Ningún extremo cedió y Honduras parece ir de manera inevitable al abismo del aislamiento. En la madrugada de ayer un decidido presidente Roberto Michelleti aseguró que no restituirá al derrocado Manuel Zelaya y, adelantándose a la sanción de la OEA, dijo que su país se retiraba de la Organización por considerar que, además de sesgada, estaba adjudicándose funciones de juez interno sin tenerlas.
El desesperado intento del secretario de la OEA, José Miguel Insulza, de buscar un punto medio luego de sus negociaciones en Tegucigalpa fue insuficiente y solo sirvió para reconocer la dureza del estamento hondureño y la firmeza de su decisión: "Manuel Zelaya no vuelve, y si vuelve lo metemos preso"
La OEA "pretende imponer resoluciones unilaterales, indignas, sin que el gobierno legítimamente constituido sea escuchado, irrespetando el principio de la igualdad soberana de los Estados, que es principio y pilar de la Carta de las Naciones Unidas", dijo Marta Lorena Alvarado, vicecanciller del Gobierno de Micheletti.
Con este panorama, Honduras parece encaminado a un segundo semestre sin relaciones internacionales, bloqueada económicamente en todas sus fronteras y con un desprecio en el resto del hemisferio. Parece que esperará, entonces, de forma paciente, las elecciones presidenciales del próximo noviembre con un orgullo nacional interno que ralla en la terquedad y pocas veces visto. Ahora, Honduras se perfila para ser el nuevo país solitario de Latinoamérica.
"Afuera no nos entienden"
Pero más allá de un simple aislamiento de Honduras y una salida de la OEA, el nuevo gobierno de Roberto Micheletti anunció que denunciará la carta del Organismo luego de la visita a este país del secretario general José Miguel Insulza.
Honduras se queja del trato que le ha dado la comunidad internacional pues según dicen solo se ha escuchado una versión y se da la espalda a una realidad distinta que se ve en las calles.
A pesar de que Micheletti se ofreció para hablar con Insulza, el Secretario General no dialogó con el nuevo gobierno.
"Lo que queda claro es que Insulza se encontró una realidad distinta. Aquí hay rechazo a Zelaya. Basicamente 8 de cada 10 hondureños apoyan a Micheletti. La comunidad internacional no entiende que aquí no quieren restitución", le comentó a EL COLOMBIANO desde Tegucigalpa, Germán Briceño, analista y editor político del diario El Heraldo de Honduras.
Insulza, por su parte, dijo que la decisión del país centroamericano de salirse de la OEA no tenía validez legal.
El otro protagonista de la historia, el derrocado Manuel Zelaya, terminó por declarar que ante el estancamiento de la situación él cumplirá su palabra y volverá a Honduras hoy acompañado por varios mandatarios.
"El día domingo, este domingo, estaremos en Tegucigalpa abrazándolos, acompañándolos para hacer valer lo que tanto hemos defendido en nuestra vida que es la voluntad de Dios a través de la voluntad del pueblo", comentó el mandatario.
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