A veces los poetas nos dicen grandes palabras, nos dan lecciones que ningún otro ser humano puede darnos. Y en esta noche amarga para la historia de la que seguimos llamando patria, recuerdo a César Vallejo, el peruano genial que quién sabe cuáles agrios pensamientos masticaba ese día o esa tarde o aquella noche para escribir en su cuaderno eso de "hoy no tengo ganas de VIVIR, corazón".
Pero ¿quién siente ganas de algo cuando un país es engañado, pisoteado, llevado pérfidamente por caminos equivocados? ¿Usted sentiría deseos de entonar una canción de aquellas que dulcifican el alma, cuando le quieren cambiar el espíritu a un país que, de cierto modo, sigue siendo una inocente criatura de 45 millones de habitantes?
¿Usted que, como yo, es un ciudadano de esos que llaman de a pie siente alegría, confianza, esperanza cuando un puñado de enemigos al descubierto lanzan un ataque encubierto tras la seriedad o el "patriotismo" para causar daño a su tierra? Hoy no tengo ganas de escribir, corazón ...sólo me queda una palabra: VERGÜENZA.
PAUSA. Mi pausa de hoy no debería ser un minuto sino un siglo de silencio...
PUEBLO VIEJO . Amigo señor alcalde de La Estrella, conozco gente en esa hermosa localidad de su municipio, Pueblo Viejo, y siempre que hablo con ellos se lamentan de la vía que los mal lleva hasta sus residencias enfrentando peligros para sus vidas. Y esto no es alarmismo. Usted ya debe saber que hacia Pueblo Viejo, por lo estrecho del camino, hay vía para subir y vía para bajar.
Pues bien, en este momento ya no queda sino una sola vía y eso en malas condiciones y con un peligro duplicado después de que se ha cerrado uno de los accesos. En nombre de esos amigos que deben transitar con sus vidas pendientes de un hilo, suplico a usted, amigo señor alcalde, que les dé una mano a todos aquellos habitantes que cada día se ven sometidos a graves peligros, tanto al subir como al bajar.
Tuve que hacer esta respetuosa petición por las continuas quejas y más que quejas lamentos, de los habitantes de la zona, todos ellos personas laboriosas, dueñas de sus modestas casas y todos ellos dedicados a comprobadas labores limpias y productivas. Porque sé quién es, señor alcalde, desde ahora, en nombre de todos los afectados, le doy las gracias por su gestión. Del problema del agua, bien grave por cierto, le contaré en otra oportunidad.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
