La luna de miel de la republicana Sarah Palin con los estadounidenses terminó, según las encuestas, lo que hace vital que este jueves demuestre su valía en el debate contra su rival por la vicepresidencia de E.U., el demócrata Joseph Biden.
La frescura, energía y atractivo de la gobernadora de Alaska dieron un impulso claro a la candidatura presidencial de John McCain hace cinco semanas, pero desde entonces las cosas no han ido bien para Palin.
Ahora un 60 por ciento de los estadounidenses cree que no tiene la suficiente experiencia para ser presidenta, si fuera necesario que ocupara ese puesto, según un sondeo divulgado este jueves por el diario The Washington Post y la cadena de televisión ABC.
En la encuesta, la mitad de los votantes dijo que le preocupaba la edad de John McCain, el candidato republicano a la presidencia, quien tiene 72 años y es el aspirante de más edad que intenta la Casa Blanca por primera vez.
De ese grupo, un 85 por ciento indicó que Palin, de 44 años, carece de experiencia para reemplazarlo si llegara a ser necesario.
Los resultados de ese sondeo confirman la dirección apuntada por otra encuesta divulgada el miércoles por el Centro Pew, en la que tan solo un 37 por ciento de los entrevistados afirmó que Palin cuenta con las cualificaciones necesarias para ser presidenta.
En su currículo están algo menos de dos años como gobernadora de Alaska, la presidencia de una comisión estatal petrolera y la alcaldía de Wasilla, una localidad con menos de 7.000 habitantes.
La gran prueba
La escasa experiencia no pareció inquietar al electorado inicialmente, pero su mal desempeño en las únicas tres entrevistas que ha concedido, ha empañado su imagen.
Algunos comentaristas republicanos han llegado a pedir que se retire la candidatura de Palin, lo que ha puesto a la campaña republicana claramente a la defensiva.
"Tengo total confianza en ella", reiteró McCain este jueves en CNN. "Tiene más experiencia y capacidad de liderazgo que el senador (Barack) Obama y el senador Biden juntos", añadió.
Lo tendrá que probar este jueves en el estrado construido para la ocasión en el gimnasio de la Universidad de Washington en San Luis, en el único debate entre candidatos a vicepresidentes antes de las elecciones del 4 de noviembre.
Claves para las dos partes
La campaña republicana se juega mucho, pues junto con Palin, McCain también ha caído en las encuestas, principalmente por la crisis financiera.
En Misuri, por ejemplo, el estado tradicionalmente conservador donde tendrá lugar el debate, la ventaja clara de la que disfrutaba el republicano se ha reducido al margen de error de los sondeos.
En este contexto, la prioridad de Biden en el debate será evitar errores y no presionar demasiado a su rival, para no trasmitir la impresión de ser un hombre con gran experiencia que apabulla a una mujer, según los expertos.
"Será difícil para él contradecir directamente a Palin o discutir con ella", afirmó James Pfiffner, profesor de política de la Universidad George Mason.
Es probable, por ello, que Biden concentre sus críticas en McCain.
Palin, por su parte, también sabe atacar con una sonrisa, como demostró en su discurso de aceptación de la candidatura a la vicepresidencia, durante la Convención Republicana.
Entonces trasmitió una imagen de mujer común con la que se identificaron muchos votantes.
"Ella trae al debate algo que nadie más aporta. Tiene cinco hijos y es una persona que hace sus compras ella misma" y no sus asistentes, dijo Douglas Holz-Eakin, asesor económico de la campaña republicana, tras un debate hoy en el que se enfrentó a Austin Goolsbee, asesor económico de la campaña de Obama, en el Museo de Historia de San Luis.
Referencia a la crisis financiera
Como en el cara a cara de la semana pasada entre los cabeza de lista, la crisis financiera pesará mucho en el choque de este jueves entre Biden y Palin.
Holz-Eakins adelantó algunos de los argumentos que previsiblemente usará la republicana.
"El sistema regulatorio nos ha fallado. No se han aplicado adecuadamente las normas y la supervisión está demasiado fragmentada", opinó el economista.
Goolsbee, por su parte, echó parte de la culpa de la crisis a McCain, por impulsar la desregulación de la economía durante sus 25 años en el Congreso.
"McCain ha sufrido una conversión en tan solo 24 horas y ahora dice que quiere una reforma de las regulaciones y la aplicación de las normas", aseguró Goolsbee.