El papa Benedicto XVI proclamó este domingo cuatro santos, entre ellos la seglar ecuatoriana Narcisa de Jesús Martillo Morán (1832-1869), en una ceremonia en la que denunció la violencia contra los cristianos en Irak e India y abogó por la pacificación de la región de Kivu, en el Congo.
"Los invito rezar por la reconciliación y la paz en algunas situaciones que desatan alarma. Pienso en las poblaciones del norte de Kivu, en la República Democrática del Congo y en la violencia contra los cristianos en Irak y en India", dijo el Papa ante decenas de miles de fieles que asistieron en la plaza de San Pedro a la proclamación de los nuevos santos.
En una jornada luminosa, que resaltaba la monumentalidad de la plaza de San Pedro del Vaticano y la basílica petrina, Benedicto XVI proclamó santos además a la monja suiza María Bernarda Butler (1848-1924) que vivió en Ecuador y Colombia, país este donde murió.
También canonizó al religioso italiano Gaetano Errico (1791-1860), fundador de la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones, y a la religiosa clarisa india Alfonsa de la Inmaculada Concepción (1910-1946, cuyo nombre de pila era Anna Muttathupadathu), la primera santa de la India.
La canonización de la india ha coincidido en el tiempo con un recrudecimiento de la violencia contra los cristianos en la región de Orissa, que según fuentes vaticanas se ha cobrado ya 80 víctimas cristianas.
Benedicto XVI, resaltando la personalidad de la santa india, expresó su solidaridad con los cristianos indios "en este difícil periodo" e imploró a Dios la paz y la reconciliación.
Después, dirigiéndose a los responsables de la violencia contra los cristianos, los integristas hindúes, dijo: "Les pido que renuncien a estos actos de violencia y se unan a sus hermanos y hermanas para construir juntos un sociedad del amor".
Sus palabras
De la santa ecuatoriana Narcisa de Jesús dijo que muestra el camino de perfección cristiana asequible a todos los fieles y ofrece un testimonio atrayente y un ejemplo acabado de una vida totalmente dedicada a Dios y a los hermanos.
De la monja fundadora María Bernarda Butler subrayó que es una figura "muy recordada y muy querida" en Colombia. Resaltó el espíritu misionero y el que fue "proclamando por doquier que el Señor invita a todos a su fiesta, la eucaristía".
Del sacerdote italiano, nacido en la sureña Nápoles, señaló que la calle y el confesionario fueron los "lugares privilegiados" de la acción pastoral de Gaetano Errico.
Errico -precisó el Papa- fue un "experto de la ciencia del perdón y se preocupó de enseñarla a sus misioneros, a los que decía que Dios, que no quiere la muerte del pecador, es siempre más misericordioso que sus ministros.
Benedicto XVI destacó la importancia del sacramento de la Reconciliación y afirmó que el "súper poder del mal es derrotado por la omnipotencia de Dios".
La ceremonia
Narcisa de Jesús Martillo Morán es el cuarto beato latinoamericano que el Papa Benedicto eleva a la gloria de los altares y al culto universal en sus tres años y medio de pontificado, en los que ha proclamado ya 18 santos y casi seiscientos beatos, entre ellos medio millar de los llamados "mártires"" de la guerra civil española de 1936-3
Los cuatro beatos fueron proclamados santos a las 10:33 a.m. hora local (3:33 a.m. hora de Colombia). Tras las palabras del Papa, los más de 50.000 presentes, entre ellos unos 10.000 ecuatorianos, rompieron en aplausos que duraron varios minutos y sonó música sacra, mientras ondeaban decenas de banderas ecuatorianas, indias e italianas.
La canonización de los cuatro fue pedida al Papa por el arzobispo Angelo Amato, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, que estuvo acompañado de los Postuladores de las Causas.
Una vez proclamados fueron portadas sendas reliquias de los cuatro nuevos santos al altar donde se celebra la misa, para la veneración.
La de Narcisa de Jesús fue portada por la joven Edelmina Victoria Arellano, de 23 años, en la que se realizó cuando tenía siete años el milagro que ha llevado a la seglar ecuatoriana a la santidad.
A la misa solemne asistieron los 253 obispos de todo el mundo que participan en el Sínodo de Obispos que se celebra este mes en el Vaticano, así como una delegación ecuatoriana, presidida por el vicepresidente de Ecuador, Lenin Moreno, y familiares de la santa latinoamericana.
