El "golpe de mano" como algunos expertos llaman la operación de rescate adelantada por comandos especiales del Ejército, quienes le arrebataron de las manos a las Farc 15 secuestrados, es hoy clara muestra de los resultados de la Seguridad Democrática del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Esta "impecable operación", como la calificaron los generales Freddy Padilla y Mario Montoya, o milagrosa, como prefirió llamarla Íngrid Betancourt se convierte en el capítulo más importante de la seguidilla de derrotas militares y políticas de esa guerrilla.
¿Quiénes son los responsables de liderar esa política?, y ¿cómo se han logrado tantos éxitos?
Para analistas como Jairo Libreros, Édgar Peñuela y el catedrático y coronel retirado Carlos Alfonso Velásquez, es claro que a la cabeza de todo este engranaje está el presidente Álvaro Uribe, como Jefe de Estado; seguido por el ministro Juan Manuel Santos y los altos mandos militares y de Policía. No obstante, a la hora de ubicar nombres en un podio; las opiniones están divididas.
La cooperación, la inteligencia y el patriotismo son, según los analistas consultados, los motores de éste, el dream team (equipo de ensueño) que hoy tiene en jaque a la guerrilla más antigua del continente.
Uribe, el cerebro
Abogado especializado en administración y gerencia, Álvaro Uribe Vélez se convirtió en el presidente con mayor nivel de popularidad en seis años de mandato. Esto gracias a, entre otros, la aplicación de la Seguridad Democrática, bandera a lo largo de su Gobierno, la misma que ha permitido los certeros golpes a las Farc y la desmovilización de las Auc.
Uribe es quien desde la Casa de Nariño dirige e impulsa los procesos de cambio dentro de las Fuerzas Militares y de Policía, las mismas que han permitido el éxito de las operaciones que hoy tienen disminuidas a las Farc.
"El presidente Uribe supo capitalizar el fortalecimiento del Estado, que le dejó el Plan Colombia", consideró el experto en seguridad y defensa Jairo Libreros, quien además resaltó el liderazgo del Jefe de Estado.
No en vano -afirma- el mandatario fue el encargado de darle un nuevo aire y una nueva oportunidad a la Fuerza Pública, la misma que le permitió creer de nuevo en sí misma y superar los problemas vividos durante la administración de Ernesto Samper y las dificultades que dejó la zona de despeje durante el gobierno de Andrés Pastrana.
Santos: el armador
A pocos días de cumplir dos años al mando del ministerio de Defensa, Juan Manuel Santos, se ha convertido en el punto de referencia de la mala hora por la que atraviesa las Farc.
Sobre los hombros de este bogotano, cadete de la escuela naval de Cartagena, economista y administrador de empresas reposa gran parte del peso de las decisiones que en materia de defensa adopta el Gobierno Nacional.
Santos, según Libreros, es el "articulador" de las directrices emitidas desde la Casa de Nariño. El mismo que ha logrado ponderar las diferentes necesidades que conforman los organismos de la seguridad pública y ha permitido que los cursos de acción que se han adoptado se logren concretar.
Es por eso que la expresión más adecuada para calificar el dueto Uribe-Santos, según el coronel Velásquez se asimila a la de "un par de jugadores de póquer que conocen y toman riesgos calculados en cada paso que dan".
Padilla, el as bajo la manga
En la sana confrontación por el segundo lugar está el comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla de León.
Experto paracaidista, especialista en inteligencia estratégica e inteligencia de la universidad de Washington, este alto mando militar es visto como un hombre confiable, honesto y defensor de los derechos humanos.
Condecorado en varias oportunidades, Padilla fue destacado con la Orden de Boyacá, la Democracia y el Mérito Militar, entre otras. Razones éstas que llevan a Édgar Peñuela a calificar a este cordobés como el as bajo la manga del Estado.
A 60 años de edad, el general Padilla es señalado como la mano derecha del Gobierno, en materia de seguridad.
Así mismo se resalta el liderazgo y la trayectoria de Padilla, lo cual ha motivado el trabajo de los hombres bajo su mando.
"Padilla tiene la capacidad y la experiencia suficientes para cumplir con la parte táctica", consideran los expertos.
Montoya, el tropero
El general Mario Montoya, un bugueño de 59 años de edad, educado en ciencias militares, es según Édgar Peñuela, el hombre de confianza del presidente Uribe.
"A él es a quien Uribe le consulta muchas de las decisiones que considera se deben adoptar en seguridad. Él tiene la credibilidad de todo el equipo por ser un hombre de éxitos"," consideró el coronel Velásquez.
Naranjo, la inteligencia
"El centro de la inteligencia". Así es que muchos ven al director de la Policía, un bogotano de 52 años de edad, quien llegó a este cargo tal como lo hizo su padre, el general (r) Francisco José Naranjo, hace 27 años.
Naranjo, a través de la Dijín, ha propinado los más duros golpes al narcotráfico en los últimos años.
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