El próximo 15 de noviembre ya deben estar inscritas en el Registro Minero Nacional las ocho empresas fruto de los subcontratos de formalización que suscribió Continental Gold, en mayo pasado, con 400 mineros asentados en Buriticá, occidente de Antioquia.
Este será un paso definitivo en el piloto más ambicioso del país para que cumplan la norma los informales que, hasta hace un año, sacaban sin permiso el oro que la compañía canadiense comenzó a explorar en 2010 y extraería a gran a escala desde finales de 2017, si obtiene las licencias ambientales el próximo año.
Entre tanto, se prevé inversiones cercanas a los 350 millones de dólares en la construcción y adecuación del complejo minero, y las perforaciones arrojan que hay reservas globales estimadas en 7 millones de onzas (217,7 toneladas), tres veces lo que produjo todo Colombia en 2013.
En la formalización se han conformado como Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) las mineras San Román, Occidente, Gualanday, San Antonio 2, Mountain, Montañas Doradas, El Progreso y El Progreso No. 5.
Ellas recibieron ocho áreas que suman 150 hectáreas para desarrollar por cuatro años minería legal por parte de Continental, como único titular minero de la región. En este proceso, por falta de la normatividad requerida, han intervenido Ministerio de Minas, Agencia Nacional de Minería, Corantioquia, Gobernación, como autoridad minera delegada, y la Alcaldía de Buriticá.
Un cambio extremo, pero...
Hasta ahora, ya cuatro minas en vía de formalización tienen Programa de Trabajos y Obras (PTO) y otro tanto las respectivas Guías Minero Ambientales (GMA) requeridas por ley.
Mientras el proceso avanza, a las ocho asociaciones que apostaron a la formalización, "Corantioquia les dio un permiso transitorio para usar tres plantas de beneficio para procesar el material que sacan de las vetas", precisó Claudia Uribe, gerente de Formalización Minera de Continental.
En todo caso, son otras las condiciones en las que hoy trabajan los mineros que antes se aventuraban a abrirle tajo a las montañas de Buriticá empleando explosivos, exponiéndose a mercurio, arrasando bosques y sin mínimas medidas técnicas de operación, y menos de seguridad industrial y salvamento minero.
Por ejemplo, ya tienen bocaminas adecuadas en las que pueden entrar de pie, hay un criterio técnico para manejar la geología, se han reforestado zonas. Asimismo, la empresa los ha capacitado en manejos administrativos, jurídicos, tributarios y económicos.
Sin embargo, el fenómeno de la minería informal e ilegal desborda toda iniciativa privada y respuesta de las autoridades. Por ejemplo, en el sector Los Chorros (vereda San Román), más de 1.500 personas de diversas regiones de Antioquia y el país sacan oro sin ningún control.
Es una actividad que no solo es movida por la necesidad, sino por bandas criminales que hallaron en la minería un negocio alternativo para lavar dinero del narcotráfico.
De ahí que está en juego no solo el éxito del proceso de formalización que le tocó empezar a Continental Gold, sino la sostenibilidad del proyecto de exploración aurífera más avanzado que tiene el país:
"Requerimos la presencia permanente de la autoridad en el futuro, porque donde hay minería, también estarán aquellos que quieren saltarse la regla", concluye el vicepresidente de Sostenibilidad de Continental, Julián Bernardo González.
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