El haber vuelto a Colombia viable ante el mundo, luego de muchos años de tolerancia, y el haber apretado tornillos en varias instituciones del Estado, también de acercarse al pueblo en los consejos comunitarios regionales, subestimar a la oligarquía capitalina y a muchos periodistas y columnistas, es inaceptable que el mejor Presidente que ha tenido Colombia en los últimos tiempos, sea maltratado y calumniado por algunos resentidos, que estuvieron 8 años huérfanos de poder.
El odio que demuestran algunos dueños y colaboradores de medios contra el expresidente Uribe Vélez deslegitima la información. Se pueden congraciar con la oposición, pero con desprestigio grande para el periodismo. La mayoría del pueblo colombiano ya no come cuento, no acepta el sensacionalismo y menos la ofensa, la mala imagen que le dan a Colombia ante el mundo y menos la venganza, reprochable desde todo punto de vista.
Que en el Gobierno, como mayor empleador del país, haya corruptos no se puede ocultar, no hay duda. Que los entes investigadores hagan bien la tarea y castiguen a esos sujetos vende patria, pero pensar que el expresidente Uribe Vélez lo hizo o se prestó para encubrir a los que le fallaron es el colmo y el atropello más grande de los que quieren transmitir una noticia, enlodando la imagen del exmandatario o poniendo en duda su honestidad.
El expresidente Uribe Vélez debe estar convencido que la mayoría del pueblo colombiano está con él, reconoce el sacrificio que hizo por los colombianos durante los ocho años de su mandato y son testigos inobjetables de lo que era el país en 2002 y lo que entregó en 2010; basta ver cifras en diferentes instituciones del Estado: educación, salud, Sena, Familias en Acción, Bienestar Familiar. Las hectáreas cultivadas y toneladas en el sector agrícola producidas y qué decir de poder transitar por todas las vías del país, cuando estábamos reducidos en las ciudades.
La confianza inversionista, nunca antes vista en los últimos cincuenta años, el marchitamiento de los grupos terroristas y el terreno abonado que dejó a su sucesor para el Gobierno de la Prosperidad Democrática, hacen ver que sin seguridad, las locomotoras difícilmente podrán arrancar.
Pese a todo lo anterior se le atropella diariamente por diferentes emisoras y columnas periodísticas, queriendo opacar su gestión, reconocida por el pueblo colombiano y en diferentes foros internacionales.
Como dice en su columna la doctora Cristina de Toro (EL COLOMBIANO, el 09 de diciembre de 2010): "nos debe mucho la justicia colombiana y su máxima autoridad, el presidente de la Corte Suprema, sobre el comportamiento de ese alto tribunal, pues la venganza no debe ser permitida, debido a que con su actitud demostraron al pueblo colombiano la sed de venganza contra nuestro líder". Qué daño institucional tan grande; esperamos que "la justicia cojee, pero llegue".
Así pagan algunos a quien bien les sirve.
Doctor Álvaro Uribe Vélez, Usted no está solo. La mayoría del pueblo colombiano tiene memoria y le agradece lo que hizo por la Patria y espera que al decantar el agua que lleva la borrasca, todo sea mejor para usted y su familia, para sus colaboradores honestos, para que con justa y probada justicia, los que deshonraron la confianza que usted les depositó, luego de ser investigados y encontrados culpables, si los hay, sean sancionados.
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