Muy satisfecho se mostró el alcalde de Medellín, Alonso Salazar, con la respuesta de los habitantes del Valle de Aburrá al día sin carro y anotó que lo más importante es el legado que se está dejando para las generaciones venideras.
Anotó que el planeta no aguanta más la presión del gasto de tanta energía utilizada para la movilización vehicular, por lo que es hora de concientizarnos de que tenemos que caminar más, utilizar más la bicicleta y el transporte público.
En cuanto a las cifras del día sin carro, la Alcaldía de Medellín y el Área Metropolitana revelaron que a las 4:00 de la tarde de ayer, las concentraciones de partículas suspendidas (PM 2.5) presentaron una disminución del 52.7 en la estación Miguel de Aguinaga, en el centro de Medellín; de 18 por ciento en la estación CES, en Sabaneta, y del 13 por ciento en la Ditaires, en Itagüí.
Mauricio Facio Lince, director del Área Metropolitana, destacó la importancia de la reducción en estas partículas porque son las más pequeñas y las que causan más afecciones en las vías respiratorias.
En cuanto al ruido, hubo una reducción de cinco a seis decibeles.
En total, se calcula que en los 10 municipios del Valle de Aburrá dejaron de circular unos 400 mil carros particulares, el sistema metro tuvo un incremento del 15 por ciento en sus usuarios, los buses del cinco al diez por ciento, los taxis el cien por ciento y por las ciclorrutas circularon unos mil 200 ciclistas.
El secretario de Tránsito de Medellín, Ricardo Smith, agregó que los guardas realizaron unos 250 comparendos pedagógicos, cuando el año pasado la cifra fue de 700. La accidentalidad se redujo en un 30 por ciento y el tiempo de viaje bajó en un 50 por ciento.
Los pulmones, los oídos y el corazón fueron los favorecidos en un día en que la naturaleza dejó sentir su importancia para la vida.
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