Los Cursos Gratuitos de Educación Sexual Prematuros (Cugrasepre) que se están dictando por televisión, en horarios juveniles -infantiles- además de prematuros, más que ser útiles, son perjudiciales para una información sobre asuntos sexuales, clara, inteligente, positiva.
La naturaleza es sabia y no necesita que la precipiten en su desarrollo natural. Adán y Eva fueron criados ya adultos y, por lo tanto, no tuvieron iniciación sexual en la infancia, ni clases de cómo debía funcionar ese aspecto de su naturaleza en la adolescencia. Sin embargo, no hay la menor alusión en la Biblia a que tuvieran tropiezo para engendrar a Caín y Abel.
Que Caín les quedara mal educado no fue por falta de educación sexual de sus padres.
De ahí en adelante, la humanidad no ha encontrado el menor tropiezo en ir dominando las etapas de su vida -incluyendo la sexual- ni en culturas altamente civilizadas ni en las agrupaciones más salvajes y primitivas.
El recién nacido, sin clases, sabe chupar; luego por sí mismo se dispone a gatear, y un día, cuando el cuerpo está listo, los huesos con la fuerza necesaria, la cabeza derecha, resuelve caminar; lo único que deben hacer sus padres es caminar cerca para ayudarlos si van a caer. Sin necesidad de que le fuercen la vocalización con clases, en cuestión de dos años empieza a hablar y entre los tres y los cuatro, habla un idioma con el acento de su región, algo que ningún adulto es capaz de hacer ni en muchos años de practicar: siempre se le notará un acentico de forastero.
El cuerpo le empieza a cambiar por sí solo y, si los educadores son sensatos y prudentes, ni lo atajan, ni lo precipitan en esa nueva evolución. Supe de un señor que quería regalarle a un sobrino de 12 años una jabalina y un médico de la familia le dijo que era mejor si esperaba a que los huesos, el cuerpo todo, tuviera la firmeza necesaria para practicar un deporte tan exigente en fuerza.
Puede que otros médicos no estén de acuerdo con esta opinión, pero es lo cierto que forzar el cuerpo, la mente, los sentimientos, a que experimenten lo que todavía no está indicado, no forma, sino que deforma. En esta etapa los padres, en privado, con seriedad, deben ir ayudando a solucionar dudas, mostrar caminos, ayudar a manejar los nuevos sentimientos.
La naturaleza está perfectamente hecha y los animales, sin excepción, se reproducen con naturalidad, sin tropiezos, sin que haya necesidad de entrenamiento previo.
Los tales Cugrasepre están exponiendo a muchachitos y niñas que no han pasado de la adolescencia a presentar en público ¡por televisión! su incapacidad para comprender sus impulsos, a parecer ridículos si no han tenido esta y aquella experiencia y el resultado es que incitados a que eso es lo que deben hacer, sentir, disfrutar, ¡ya!, emprendan a experimentar lo que la naturaleza todavía no les pedía.
La orientación -no la presión obsesiva- sexual, es positiva y útil si se da en privado, oportunamente, sin presionar ni fomentar; como con los primeros pasos, estar cerca para aconsejar, sostener, no dejar caer.
Esos Cugrasepre son programas agresivos, que le quitan al sexo su importancia vital, y lo convierten en algo 'light' que debe experimentarse, como un juego, desde los 12 y 13 años, sin compromiso ninguno.
Así como hay que combatir a las bacrim, debería empezar a pensarse en la necesidad de mermarles vigencia a las Cugrasepre, y trasladar este tipo de información y formación al lugar que le corresponde: la familia. (Por mera curiosidad: los directores de los canales de televisión ¿ven estos programas?)
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