Mariana estaba feliz con su tía, sentadas en primera fila, justo donde comenzaba el Carnaval de Mitos y Leyendas, frente al Teatro Pablo Tobón Uribe.
Sus ojos verdes parecían no alcanzarle para ver tantos colores, formas, luces y movimientos.
Pero cuando los duendes, las hadas y los ogros se arrimaron con sus desproporcionados cuerpos y cabezas gigantes, la alegría de Mariana se volvió llanto. El susto fue tremendo y su tía casi no la calma. Un buen rato transcurrió mientras la pequeña de cinco años de edad asimilaba las explicaciones de su tía.
El Carnaval de Mitos y Leyendas, que se desplazó por la Avenida La Playa, la Oriental y la calle San Juan, hasta el Parque de las Luces, resultó ser una nueva propuesta para el tradicional desfile.
La participación de animadas comparsas, entre mitos y leyendas, le imprimió color y alegría.
La gran novedad fue la inclusión de las gaitas, pequeñas carrozas iluminadas, con mensajes ecológicos como el que llevaba la de la Madre Monte, la que más le gustó a Gustavo Pérez. "Ella tiene razón cuando dice que cada arbol que tumban le duele", dijo el pequeño.
Entre danzas y música desfilaron El Animero, Los hijos del maíz, La Araña, La cueva del gato negro, La Llorona, La Leyenda del Dorado, la Madre Selva, la Pachamama, María Lamento y Los Meneses, los ladrones de risas.
La estrellada noche fue la mejor aliada para que el público gozara en familia del carnaval.