La incertidumbre sobre la precaria salud del presidente venezolano Hugo Chávez abrió la puerta a una lucha por el poder entre el vicepresidente Nicolás Maduro y el presidente del Congreso, Diosdado Cabello.
Analistas consideran que tras la polémica en torno a si el presidente Chávez estará o no en condiciones de asumir el cargo el próximo 10 de enero, más allá de los escuetos reportes de salud provenientes de La Habana y las interpretaciones que se hacen de los artículos 230 y 231 de la Constitución, se esconde una enconada lucha por el poder.
Para descubrirlo no hay que escudriñar en los recovecos del Palacio de Miraflores. La prensa de ese país ha hecho énfasis en que a Maduro le interesa que el nuevo período comience después del 10 de enero, mientras que Cabello espera que no pase de esa fecha y que se declare ese día la ausencia absoluta.
Ambos coinciden en que Chávez estará presente en la fecha indicada. Si él llega el 10 a su país, el presidente electo asumiría, lo juramentarían y allí empezaría la vacante temporal que todavía hoy tiene varias interpretaciones políticas.
Tanto el presidente de la Asamblea Nacional como el Vicepresidente (quienes se ha mostrado como los hombres fuertes a cargo del Gobierno) aseguran que la Carta Magna le brinda la posibilidad al mandatario de jurar ante el Tribunal Supremo de Justicia en caso de imprevistos y en la fecha que éste pueda volver al país.
Pero la oposición sostiene que si Chávez no pudiera asumir su nuevo mandato el 10 de enero, como dicta la Constitución, deberán llamarse a elecciones en un plazo de 30 días.
Disputa que no conviene
Aunque los rumores sobre la distancia entre Maduro y Cabello no son nuevos, Juan David Escobar, director del Centro de Pensamiento Estratégico de la Universidad Eafit, considera que por mera estrategia, ambos aliados del presidente venezolano deberían evitar una disputa por poder.
"Cada uno tiene un pedazo del poder, y por eso una pelea política con el otro sería perjudicial para ambos. Maduro tiene la bendición de Chávez, es mas popular dentro y fuera de Venezuela y cuenta con la maquinaria política. Diosdado, por su parte, tiene la mayoría del Congreso y de los militares venezolanos", aseguró el analista.
Aunque antes de anunciar su cuarta cirugía para tratar el cáncer, el presidente Chávez nombró a Maduro como su sucesor, lo cierto es que hasta la semana pasada, él y Cabello se alternaron para asistir a las diversas tomas de posesión de los gobernadores electos el pasado 16 de diciembre.
Mientras tanto, Venezuela espera. El 10 de enero terminará la cuenta regresiva y sólo en esa fecha se sabrá quién ocupará la presidencia de Venezuela.
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