Unas dos mil personas participaron este viernes en una marcha sin incidentes contra el G-8 desde la estación de ferrocarril de Paganica, en el municipio de L'Aquila, hasta la Villa Municipal de esta ciudad, según las estimaciones de la Policía italiana.
El comité ciudadano de damnificados por el terremoto "Epicentro Solidario", abrió la manifestación, que recorrió unos ocho kilómetros, con una pancarta en la que podía leerse: "Una sola gran obra: reconstruir L'Aquila desde abajo", informan los medios de comunicación italianos.
La pancarta oficial de la marcha, la de la confederación de sindicatos de base "Cobas", rezaba: "ustedes, el G-8, son el terremoto".
La asistencia, unas dos mil personas, fue inferior a la esperada, ya que los convocantes habían anunciado unas 15.000 personas.
El portavoz de Cobas, Piero Bernocchi, acusó por esta escasa participación al principal partido de la oposición, el Partido Demócrata (PD) y al sindicato mayoritario CGIL, que en los últimos días criticaron la manifestación y advirtieron de los posibles incidentes que podían producirse.
Las asociaciones ciudadanas de L'Aquila habían amenazado con abandonarla en caso de que se produjeran altercados.
El momento de mayor tensión se produjo al paso de la marcha por una de las obras donde se construye uno de los nuevos barrios fuera del casco urbano de L'Aquila, en los que está previsto que se alojen los afectados por el terremoto que no puedan volver a sus casas.
Los manifestantes lanzaron gritos y consignas como "Casas sí, guetos no" contra los obreros que trabajaban en el lugar.
Entre las personas que marcharon, además de italianos, había también ciudadanos ingleses, franceses, alemanes y españoles.
Las fuerzas de seguridad italianas distribuyeron a agentes, vehículos y cámaras de seguridad por todo el recorrido y establecieron un centro de operaciones en la Comisaría de L'Aquila, con 200 monitores y más de 70 personas.