No importó el lugar para rechazar las minas antipersonal. En medio del bullicio de la calle, en el metro, en la sobriedad de una oficina o la intimidad del hogar, muchas personas en Medellín se remangaron la bota del pantalón para solidarizarse con miles de víctimas de estas trampas mortales.En la plazoleta de La Alpujarra, el sitio público escogido para el acto simbólico, no se aglomeraron personas con este objetivo. Algunos transeúntes recibieron botones con la imagen de la campaña Remángate por parte del Programa de Víctimas del Conflicto de la Alcaldía de Medellín.
Representantes de las instituciones que apoyaron la iniciativa en la ciudad reconocieron que hubo fallas en la convocatoria y en la definición de actividades para la jornada de ayer, cuando se celebró el Día Internacional contra las Minas Antipersonal.
Pero eso no impidió que el mensaje que la campaña difundió y cuya consigna fue "por un día, pongámonos en su zapato", consiguiera su objetivo de sensibilizar a los colombianos de esta práctica deplorable de las guerrillas.
Muchos ciudadanos conmovidos con la dura realidad de un país con 9.133 víctimas desde 1990, la mayoría en Antioquia (2.070), se remangaron en sus casas y oficinas.
Quienes manifestaron a través de comentarios escritos y en las redes sociales que se sumaron a la campaña remangándose el pantalón repudiaron el uso de las minas antipersonal como un arma "cobarde", "inhumana" e "indiscriminada" que no debe existir.
"No es una solución al problema, pero puede ser un primer paso para no olvidar a las personas que son víctimas... es recordar que cada minuto hay víctimas por la minas. Por eso nos remangamos hoy", dijo un lector de este diario.
Uno más, desde Quito, escribió: "yo me remangue por mis compatriotas colombianos". Y otro expresó su opinión sobre el efecto de estos actos. "Una acción simbólica no soluciona nada, pero puede hacer pensar a la gente, quizás no a los que siembran las minas (cada vez más inhumanos), pero sí a la sociedad e inspirar la solidaridad con las víctimas. Así sea sólo por eso, vale la pena esta campaña".
En Medellín también se realizó el foro Avances hacia nuevas prácticas sobre la acción integral contra minas antipersonal en Antioquia.
Según Juan Pablo Escobar, coordinador en Antioquia de la Ong Campaña Colombiana contra Minas, el evento sirvió para "compartir experiencias de las instituciones estatales y no gubernamentales sobre prevención y atención en salud y educación".
El recuerdo de las víctimas
El acto principal de la campaña Remángate se cumplió en la Plaza Bolívar, de Bogotá, donde cientos de personas se concentraron en torno a 9.133 zapatos rotos puestos sobre el suelo del lugar, en representación de cada una de víctimas de las minas antipersonal en colombia desde 1990 (1.940 murieron y 7.193 resultaron heridas).
Ciudadanos, funcionarios del Gobierno y representantes de instituciones que trabajan en la asistencia y rehabilitación de afectados se encontraron para participar del acto simbólico de remangarse el pantalón.
Entre ellos, el vicepresidente, Angelino Garzón, y el defensor del Pueblo, Vólmar Pérez. El presidente de la República, Juan Manuel Santos, se hizo presente y con una bota del pantalón remangada caminó entre la Casa de Nariño y el Ministerio de Hacienda.
"Mas que celebrar se trata de conmemorar y sensibilizar por el uso cruel de estas armas y para que tengamos presente que padecemos este problema", dijo el director del programa presidencial para la Acción Integral contra Minas Antipersonal, Daniel Ávila.
El flagelo de las minas en Colombia es tan grave que hasta la cifra de 9.133 víctimas que manejó la campaña Remángate se quedó corta.
El pasado fin de semana las trampas sembradas por la guerrillas cobraron más vidas en el país.
Las últimas víctimas mortales fueron un soldado y un campesino, quien murió al pisar una mina en zona rural de Ituango. Días antes habían muerto dos erradicadores de coca en Putumayo.
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