Noventa niños de la Institución Ciudad Don Bosco, del programa Niñez y adolescencia en situación de calle, siguen a la espera de la respuesta de que la Secretaría de Educación les asignen los docentes que dictarán las clases a las que tienen derecho.
Ciudad Don Bosco es una institución de carácter educativo y social, sin ánimo de lucro, que tiene como fin proteger y promover a la niñez desprotegida y en peligro físico y moral mediante un proceso integral, continuo y gradual encaminado a la restitución y garantía de los derechos de los niños; también atienden necesidades básicas: alimentación, alojamiento, vestuario y salud; además de la incorporación a la educación formal y a la capacitación técnica, a través de diferentes programas.
Wilson Campo, pedagogo de la Institución, dice que no es justo que ya estén a mediados de marzo y los jóvenes sigan sin educación.
Las clases debieron haber comenzado a mediados de enero, cuando se inició el periodo escolar en Medellín, y hasta este momento, solo cuentan con actividades recreativas a las que dedican gran parte de su tiempo, mientras esperan la llegada de los docentes.
Martha Aguilar, subsecretaria de Educación, afirma que al ser un programa de restablecimiento de derechos, los jóvenes están tiempos aleatorios en el programa que los acoge, lo que genera inconvenientes a la hora de llegar a un acuerdo económico con los docentes.
Funcionarios de Ciudad Don Bosco aseguran no haber recibido información del caso desde enero.
Aguilar, sin embargo, responde que en un plazo de diez días, los jóvenes tendrán nuevamente sus docentes.