El Cali hizo respetar de manera determinante su estadio, sometiendo a su rival de patio y liquidándolo con un contundente 6-3 que lo deja a las puertas de la clasificación.
Ni el más optimista hincha azucarero tenía en su cabeza un triunfo tan holgado como se dio este domingo.
Y menos, cuando en toda la semana los jugadores rojos dieron a entender que iban por el invicto que mantiene el Cali desde que está jugando en su estadio.
A la hora de la verdad, cuando el balón rodó en el escenario de los verdiblancos, los rojos no tuvieron opciones de nada. Fueron arrollados por un Deportivo Cali que jugó su mejor partido del torneo, que entró como un relojito a su estadio y que tuvo en el argentino Martín Morel su guía, su luz y el hombre que le aportó un potosí de fútbol y de goles para la contundente victoria.
El tramo final del clásico fue una fiesta para los verdes. Los casi 12 mil aficionados gritaban el ‘ole’ en cada toque de los verdiblancos, mientras los pocos aficionados americanos que se camuflaron en el estadio caleño, abandonaban cabizbajos ante tanta superioridad del rival.
A los seis minutos avisó el Cali con una chalaca de Andrés Escobar que atajó Nelson Ramos. A los 12, Morel también mostró las intenciones. Y a los 19, ‘Manga’ Escobar abrió la cuenta con una gran jugada individual en la que dejó en el camino al arquero Nelson Ramos.
América lo empató a los 27 con un tiro penal cobrado por Nelson Ramos, previa falta de Daniel Briceño sobre Avilés Hurtado. Ese gol le dio un aire importante al rojo porque se dio el lujo de manejar por algunos minutos el balón.
Pero América no contaba con que Morel entraría en acción de manera determinante. A los 34 minutos el argentino se mandó un golazo de tiro libre al cobrar de manera impecable al segundo palo.
Cuatro minutos después, el mismo Morel anotó el mejor gol hasta el momento en el estadio de Palmaseca. Fue de chalaca. Recibió un centro de Calle, la paró con el pecho, la dejó caer, la volvió a levantar y de espaldas al arco se mandó al aire para conectar de forma espectacular y vencer a Ramos para el 3-1.
Diego Álvarez, en tiempo de reposición de la primera etapa, puso el 4-1 de tiro penal.
Pero comenzando el segundo tiempo, Morel logró otra joya en Palmaseca. Casi desde la mitad de la cancha vio salido a Ramos y sacó de inmediato un remate que ‘bañó’ por completo al meta escarlata para el 5-1 y para la locura total en el escenario azucarero.
Galván puso el 5-2 a los 72 y Johnatan Álvarez estiró de nuevo la ventaja (6-2) a dos minutos del final. Pero Gabriel Fernández no se quiso ir sin marcar y en la agonía logró de tiro libre el gol para el definitivo 6-3.
El marcador fue contundente para un Deportivo Cali que se fue pletórico, con aire en su camiseta por la arrolladora victoria, mientras que América se fue demasiado preocupado por la abultada derrota y por el festín que se dio su compañero de patio.