Aunque están más educadas, las mujeres ganan entre un 18 y un 23 por ciento menos que los hombres, de acuerdo con el último estudio sobre mercado laboral del Centro de Investigación Económica y Social (Fedesarrollo).
El voto femenino cumplirá este año cerca de 56 años en Colombia, 17 millones de colombianas están habilitadas para votar, sin embargo, todavía hay desventajas en el mercado laboral colombiano, advierte el centro de estudio. Además de menores salarios, la tasa de participación en el mercado laboral, también es menor en las mujeres; la informalidad es más alta y hay más desempleadas.
El rector de la Corporación Universitaria de Ciencia y Desarrollo de Bucaramanga (Uniciencia), Diego Otero, explica que muchas veces los empresarios no sienten que haya que darles más participación y mayores ingresos a las trabajadoras. “La cultura machista influye mucho en el pensamiento empresarial”, dijo el experto.
Si bien la brecha laboral promedio entre hombres y mujeres disminuyó de 50 a 39 por ciento, la disparidad sigue siendo muy alta.
La consecuencia más grave de esta situación es que según el Banco Mundial, la productividad laboral se disminuye entre un 7 y un 10 por ciento. También, se empeora la posibilidad de movilidad social.
Las mujeres que logran superar las barreras laborales se encuentran con lo que Fedesarrollo llama los techos de cristal. Es decir, las mujeres tienen un obstáculo para llegar a los cargos más altos en las compañías, que precisamente son los que ofrecen mayores remuneraciones.
Ángela Moncaleano, docente de la Universidad de La Sabana y experta en seguridad social, asegura que los empresarios sienten temor a contratar a las mujeres por la maternidad. “Hay cierta discriminación en el campo laboral porque muchas veces resulta un problema reemplazar a las mujeres en su etapa de maternidad. Aunque este no se constituye en el único inconveniente”.
La carga desigual de las labores del hogar entre mujeres y hombres ha hecho que ellas requieran empleos más flexibles. De acuerdo con las cifras del Dane, la proporción de hombres que participan en el mercado laboral ha sido un 50 por ciento superior a la proporción de las mujeres.
De acuerdo con Fedesarrollo, para mejorar las condiciones laborales de las mujeres en el país, se requiere de un ajuste significativo a la legislación laboral. El centro de estudios indica que la legislación debe tener un nivel de flexibilidad que compagine el trabajo con los compromisos familiares de las mujeres. Adicionalmente sugiere que se gestione un cambio cultural para repartir de manera más equitativa las tareas al interior de las familias.
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