Han sido meses de tira y afloje. El referendo revocatorio de hoy es uno de tantos hechos que entró a complicar la difícil situación boliviana. Los prefectos (gobernadores) se tardaron casi un mes en aceptar las consultas sobre la continuidad de su mandato.
EL COLOMBIANO habló telefónicamente con Rubén Costas Aguilera, prefecto del departamento de Santa Cruz y líder de los movimientos autonomistas bolivianos sobre el referendo del que hoy depende la continuidad de su mandato, de otros ocho prefectos y del presidente Evo Morales.
¿Por qué los Prefectos se demoraron en aceptar el referendo revocatorio?
"Está claro que el Gobierno lanza este referendo como arma política para frenar el avance del proceso autonomista. Este referendo revocatorio no soluciona nada y es un instrumento de división, planteamos la reconciliación nacional en la esperanza de que el Presidente y su partido abandonen el camino de la violencia. Lamentablemente, recibimos un no rotundo del Gobierno que hablaba de diálogo".
¿Cómo llegan sus mandatos al referendo?
"La fortaleza con la que llegamos a ese referendo es el vigor social que respalda las autonomías departamentales, expresado en el voto en las urnas, que demuestra dos hechos: en primer lugar, desmiente que el Gobierno del MAS (Movimiento Al Socialismo) es y representa a la mayoría del pueblo boliviano y segundo, que la gente no sólo quiere democracia formal, sino la democratización del poder con la descentralización de la gestión hacia los departamentos".
¿Cómo interpretar que de nueve departamentos siete sean opositores en Bolivia?
"Oruro y Potosí han configurado un país que directa o indirectamente cree beneficiarse de la concepción del estado paternalista con sus políticas rentistas. Mientras tanto, los otros departamentos que tuvieron que buscar por su propio esfuerzo la solución a sus problemas se han apropiado de los valores democráticos y de una administración participativa.
La elección de Evo Morales contenía los votos de protesta contra el sistema tradicional de partidos, pero su gestión ha frustrado las expectativas del cambio positivo que el país necesita, porque al basarse en una matriz étnica, se ha convertido en un estado más excluyente".
¿Dado lo anterior, es legítimo el mandato de Evo Morales?
"La elección de Evo Morales, sin duda, fue de un apoyo extraordinario en la historia. Por las normas constitucionales sigue siendo el Presidente de los bolivianos y no existe ninguna intención de sacarlo del Gobierno. Lo que la mayoría ciudadanía, que se siente excluida de su enfoque etnicista le está diciendo, es que escuche y que gobierne para todos, pero principalmente, que no divida y no confronte al pueblo boliviano".
¿Qué pasos siguen en la crisis boliviana?
"En primer lugar, si el Gobierno no respeta la institucionalidad democrática y prefiere seguir el camino de la violencia, el odio y la confrontación, la crisis no sólo continuará, sino que se agudizará.
El país quiere que se encare un proceso de cambio positivo, que lo impulse hacia el avance, lo fortalezca más en su economía y su bienestar, consolidando el aparato productivo y el empleo para superar la pobreza, en paz y en democracia.
La sociedad quiere erradicar la corrupción, para optimizar los recursos en bien del pueblo.
En segundo lugar, el proceso de democratización del poder y del Estado es irreversible y alcanzará todo el país más temprano que tarde. Después de más de 20 años de ejercicio democrático, es imposible que acepte la verticalidad y la imposición".
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
