La ceniza producto de la erupción del volcán Galeras no interrumpió la vida normal de los pastusos. Pese a que la ciudad amaneció gris y polvo gris se levantaba de cuando vez haciéndolos estornudar y sacándoles algunas lágrimas de los ojos, el de ayer fue un domingo como cualquier otro.
Tanto que el Comité Local de Emergencia evaluó el riesgo que representaba la alerta roja (nivel I), expedida por el Ingeominas, y permitió la realización del partido de fútbol entre Pasto y Pereira.
Eso sí, se le pidió a los asistentes no llevar niños menores de 12 años y seguir las instrucciones de los organismos de socorro en caso de necesitarse una evacuación.
Lo que sigue llamando la atención de las autoridades es la excesiva confianza de las cerca de 2.000 familias (unas 7.000 personas) que viven en la zona de influencia del volcán.
El presidente Álvaro Uribe, antes de viajar a Brasil, recordó que "es mejor exagerarse en precauciones que correr esos riesgos". De ahí su insistencia es hacer uso de los albergues.
El albergue El Vergel, del corregimiento de Genoy, a 20 minutos de Pasto, estaba solo al medio día de ayer.
Esa localidad está a menos de un kilómetro de la boca del volcán y sus cerca de 5.000 habitantes serían los primeros afectados con una erupción. Sin embargo, ellos confían en que Dios y la Virgen los van a proteger.
También estaba desocupado el albergue de Postobón, ubicado a 5 minutos del casco urbano de Pasto. Al único que llegó gente fue al de Potreros, donde una familia integrada por seis personas pasó la noche del sábado.
Según voceros del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, de Pasto, la gente es reacia a desplazarse a los albergues, porque hay una tradición cultural fuerte que apunta a que el Galeras es su amigo y no les hará daño.
A esto se suma el temor a que -en caso de abandonar sus hogares- los ladrones se lleven las pocas pertenencias que tienen.
Mientras persista la alerta roja, los bomberos estarán en acuartelamiento de primer grado junto con otros organismos de socorro de la ciudad como la Cruz Roja y la Defensa Civil.
La Fuerza Aérea también dispuso de dos helicópteros medicalizados y el equipo de búsqueda y rescate C-sar. Además, alertó a las bases de Cali y Melgar.
La subdirectora del Ingeominas, Marta Calvache, señaló que aunque la actividad dentro del cráter del Galeras ha disminuido se determinó mantener el nivel de alerta dentro de las comunidades.
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