Con críticas a empresas petroleras en Puerto Gaitán (Meta), a las que acusó de desconocer los derechos de los trabajadores y sus sindicatos, el vicepresidente de la República, Angelino Garzón, empezó ayer en Medellín una jornada dedicada a la defensa de los derechos humanos.
"Estoy preocupado por la actitud indolente y soberbia de compañías petroleras que no quieren aceptar que los trabajadores tienen derechos, que creen que estamos en el siglo XIX y que los miran como esclavos", aseguró Garzón durante la instalación de la Mesa de Derechos Humanos del Valle de Aburrá, en Plaza Mayor.
Luego se reunió con líderes cívicos de Medellín, Itagüí, Bello y Barbosa, que conforman el nuevo colectivo para analizar las problemáticas de violencia en los municipios del Valle de Aburrá.
Carlos Arcila, representante de la comuna 6; Luis Fernando Quijano, presidente de Corpades y Carlos Andrés Cardona, presidente de la Corporación Nueva Gente de Itagüí, le manifestaron al Vicepresidente su preocupación por las amenazas contra 62 líderes comunitarios y lo que consideran una "grave crisis humanitaria", por los altos índices de homicidios, el desplazamiento intraurbano y la disputa de combos.
"Han sido asesinados 15 líderes y activistas, otros han tenido que dejar sus barrios y también hay impunidad en las investigaciones por estos crímenes, por eso esperamos garantías para la labor humanitaria", dijo Arcila.
A estos requerimientos, el vicepresidente Garzón respondió que el Gobierno tiene la voluntad para garantizar el trabajo de líderes y sus organizaciones sociales y procurar que asesinatos como el de Ana Fabricia Córdoba, no queden impunes.
"No es una tarea fácil porque a pesar de los avances el conflicto y los grupos ilegales persisten, pero hay decisiones para aumentar el presupuesto de la justicia y luchar contra la impunidad".
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