El balance del recital del italiano Andrea Bocelli en Bogotá es inmejorable en términos musicales y líricos.
Qué orgullo haber escuchado su voz sublime y poderosa, en compañía de la Orquesta Filarmónica de Colombia, los coros de la Orquesta Sinfónica, y de la soprano Ana María Martínez. Un regalo para los sentidos, un privilegio de la vida.
No obstante, no dejan de resultar molestos los factores extra artísticos, que tienen que ver con la logística y el manejo de los elementos operativos del espectáculo.
Uno de ellos, la movilidad de la ciudad, que a todas luces perjudica la puntualidad de los asistentes.
A esto se suma que la logística permite el ingreso en medio del show de los asistentes con retraso, que con sus pasos y conversaciones impiden disfrutar del bel canto como debe ser: en silencio.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6