Es muy común que las personas adquieran pólizas de seguros de vida o para sus vehículos. Pero al mencionar una póliza de seguro para el hogar, algunos no lo consideran necesario y se olvidan de que la casa es un patrimonio importante para toda la familia. Que al igual que otras posesiones se encuentra expuesta a un sinnúmero de riesgos.
Catástrofes de origen natural que se han presentado en los últimos años como terremotos, huracanes, inundaciones, entre otras, dan cuenta de qué tan vulnerables pueden llegar a ser los hogares. Y a estas se suman los actos terroristas y hurtos.
Por eso, es muy recomendable pensar en asegurar el inmueble y aquellos objetos que se encuentran en su interior.
¿Qué cubre?
Las pólizas básicas cubren eventualidades como incendio, terremoto, erupción volcánica en las zonas que aplica; inundación, daños por agua o vientos, granizo, lluvias y demás eventos accidentales ocasionados por la naturaleza.
Además, Mónica Patricia Álvarez Jiménez, directora técnico operativa de Capitalizadora Colpatria, explica que hay amparos adicionales en caso de motín, conmoción civil popular o huelga y actos terroristas, de sustracción con violencia de equipo electrónico, que cubre el daño interno de equipos electrónicos, de comunicación y de video.
Por otro lado, se ofrece un amparo de responsabilidad civil familiar cuya cobertura se da en el evento de que un miembro de la familia sea responsable civilmente por un daño a un tercero, en este caso, se cubren sucesos que tengan lugar en el mismo inmueble o fuera de éste y se extiende a la empleada doméstica y a la mascota.
Así mismo, hay un anexo de asistencia domiciliaria que cubre emergencias del hogar como son: la plomería, la electricidad, la ruptura de vidrios, cuando se cierra la puerta y cuando la llave estaba adentro y es necesario arreglar la cerradura para poder entrar.
¿Y el seguro de copropiedad?
Según explica Mónica Patricia Álvarez, la Ley 675 de las copropiedades, obliga al administrador a asegurar los bienes de dominio común, que en una copropiedad pueden ser hasta el 75 u 80 por ciento del valor total. Es decir, cubre todos los muros, la mampostería, las lozas, los pisos, lo que no se puede quitar bajo ninguna circunstancia porque afecta al otro.
Sin embargo, hay copropiedades que aseguran el bien inmueble como lo entrega el constructor, es decir, aseguran incluso las áreas privadas.
En ese caso, se pueden buscar amparos que cubran mejoras locativas o contenidos y así garantizar que todo quede bien protegido.
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