A principios del presente año la mayoría de analistas estimaban que durante estos primeros meses los precios de los alimentos presionarían al alza la inflación general, al igual que lo habían hecho durante las últimas semanas de 2010.
Aunque se preveía la presencia de algunas lluvias durante un período que normalmente es seco, lo que aliviaría la situación, se presumía que de todas formas la sequía prevalecería, dando como resultado los mayores precios.
Sin embargo, y contrario a los pronósticos, en lo corrido del año los precios de los alimentos no han afectado mayormente la inflación.
De esta forma, los temores iniciales se han ido disipando progresivamente y, aunque durante las últimas semanas y por efecto del recrudecimiento de las lluvias, se han comenzado a detectar algunos incrementos en los precios de ciertos productos, los distintos expertos coinciden en afirmar que estos no afectarán de manera importante la inflación de alimentos y tampoco la general.
Más aún, se pronostica que en el transcurso del segundo semestre se tendrán buenas siembras y, en consecuencia, se dispondrá de una oferta amplia y adecuada a las necesidades de consumo del país.
Esto hace augurar que la inflación de alimentos sea baja.
La conclusión que hay respecto del desfase que se presentó entre los pronósticos y los resultados de la inflación de alimentos durante los primeros cuatro meses del año es que, a pesar de que durante el segundo semestre de 2010 el país padeció un invierno generalizado, los efectos del mismo sobre la producción agropecuaria fueron más de carácter localizado, de menor magnitud a la esperada y que, a excepción de unos casos menores, el abastecimiento desde las zonas de producción no se ha interrumpido drásticamente.
Adicionalmente, el invierno no ha impactado de igual forma los diversos productos.
Así, por ejemplo, las siembras de papa realizadas en el segundo semestre de 2010 no se vieron mayormente perjudicadas y ello, junto a la ausencia de heladas en el transcurso de este año, ha permitido un abastecimiento regular que no ha afectado los precios del producto.
En el subgrupo de hortalizas, las lluvias que acompañaron los primeros meses de este año favorecieron el normal desempeño de los cultivos.
Igual situación ha ocurrido con la oferta de carne de vacuno, pues las lluvias ayudaron a estabilizar la oferta de este producto.
Este no ha sido el caso, por ejemplo, de las frutas, que han presentado precios al alza en lo corrido del año.
Este fenómeno está asociado, en el caso de los cítricos, que tienen un peso importante en este subgrupo, a que la ausencia de suficientes horas luz durante el año pasado afectó el normal desarrollo de la cosecha, lo que se ha manifestado en una oferta menor.
Un asunto de orden externo que se empieza a presentar de manera más firme en los precios internos de algunos bienes importados, como la harina de trigo, el maíz amarillo y el fríjol, es la fuerte alza que en los últimos meses han tenido los precios internacionales de los principales bienes agrícolas.
La transmisión del aumento de precios, aunque ha tomado un tiempo, terminará impactando los precios de algunos bienes de la canasta de alimentos.
Lo que ha pasado con los precios de los alimentos durante los últimos meses dejan en claro que en materia de información agropecuaria el país está muy atrasado.
Las estimaciones visuales y carentes del uso de sistemas modernos de medición deben ser reemplazadas por métodos rigurosos y precisos.
Igualmente, es necesario adelantar estudios regionales acerca del impacto del cambio climático sobre la agricultura.
Finalmente, para asegurar el adecuado abastecimiento de alimentos se requiere superar el atraso que exhibe la infraestructura vial.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6