Las regalías, ese dinero generado por la explotación de los recursos no renovables, se ha convertido en un mecanismo para generar equidad y desarrollo para las regiones.
Por lo menos en teoría. Sin embargo, tal como reconoció recientemente, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, se requiere buscar un mecanismo para que estos recursos crezcan, en especial para los departamentos productores, los que verdaderamente perciben el impacto por la exploración y explotación de petróleo, carbón, gas, oro y plata, entre otros.
Así mismo, es preciso que se diversifiquen las áreas y sectores en los que se aplican estos recursos. El transporte continúa como el más beneficiado, en tanto que otros, como salud y educación, aún no perciben el retorno.
Incentivar proyectos de calidad que sean coherentes con los planes de desarrollo es el desafío.