Lo que tienen Nasly Charito y Jerimy es puro fuego en su interior.
A ellas les brillan los ojos. Sus rostros son angelicales y las formas atléticas, pese a la corta edad.
En el trampolín lucen. Se notan alegres, porque después de dejar su natal Bucaramanga, en Medellín encontraron muchas respuestas a esa inquietud de querer ser mejores en la vida y en el deporte.
Tras las dos hay muchas horas de trabajo del técnico Jerry Jaramillo, quien en la Olímpica les ha moldeado, para hacerlas llegar hasta la Selección que competirá en el Panamericano de Medellín.
La pareja vuela libre y feliz. Para su fortuna detrás suyo está la mamá Galaxia Zulay, quien al mando de una buseta de transporte escolar le hace la existencia más llevadera a la familia de la que también hace parte John Manuel, el niño de la casa que está en los semilleros de esta pasión que son los clavados.
Nasly Charito -nombre que viene de Charity, caridad en inglés- y Jerimy -que procede del bíblico Jeremías-, son producto de un intenso esfuerzo, ese que sembró el técnico Róbinson Fernández, en Bucaramanga, de donde se le "escaparon" como si fuera el jabón de las manos, porque en Medellín estaba el progreso deportivo y personal de la pareja de niñas de 13 y 10 años, con su fuego interior, ese que se hace más intenso, paradójicamente, cuando saltan al agua de la Olímpica.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
