Robar una casa milímetro a milímetro, llevarse sus puertas, marcos, pasamanos, grifos y tablas del piso de madera, es algo que por desgracia pasa con alguna frecuencia en Medellín.
Y esto ha ocurrido con una bella casa quinta de dos plantas ubicada en una de las esquinas del Parque de Bolívar, construida en 1940 y declarada patrimonio de conservación externa en 1991.
Por la demora en los trámites para poder intervenir internamente la casa se encuentra desmantelada y en total estado de abandono, con perjuicio no sólo para su actual dueño sino para la ciudad que ve deteriorado uno de sus más hermosos inmuebles.
Celebramos el debate que en buena hora hace el Concejo sobre el Plan Especial de Protección del Patrimonio de Medellín, ya que preocupa que poco a poco nuestra ciudad vaya perdiendo su patrimonio arquitectónico, y con ello nuestra memoria.
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