El año pasado, con rendimiento deportivo, ratificaron que eran los dos mejores clubes del fútbol colombiano. Un sello que ya tenían en materia administrativa y que los ha convertido en espejos para los demás equipos del rentado.
Deportivo Cali y Atlético Nacional, coincidencialmente identificados con el color verde, inician hoy en el estadio Pascual Guerrero la disputa de otra final: la Superliga.
Si bien desde la capital vallecaucana cuentan que entre los aficionados no hay mucho ambiente para el partido que comenzará a las 7:00 p.m., el duelo resulta atractivo.
A juzgar por la cotización de las nóminas, el favoritismo sería para Nacional en el que la mayoría de sus jugadores están tasados en más de un millón de dólares. Sin embargo, el rival no se queda atrás porque la llegada del paraguayo Robin Ramírez y de los colombianos Gustavo Bolívar y Cristian Marrugo valorizaron el plantel azucarero.
El equipo antioqueño casi que duplica en valor económico a los vallecaucanos, gracias a la inversión hecha en los últimos dos años con el apoyo de la Organización Ardila Lulle y su producto Postobón.
La llegada de María Clara Naranjo a la vicepresidencia del Cali ha resultado un factor determinante en el crecimiento del Cali, pues trajo su empresa (Ingenio San Carlos) como patrocinador. A ella, señala la prensa vallecaucana, se debe la presencia allí de Faryd Mondragón, Leonel Álvarez y otras figuras.
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