Aunque los televidentes de Caracol lo verán en el final de Montecristo y de inmediato en el comienzo de La quiero a morir, Luigi Aicardi se siente renovado, luego de unas vacaciones por el Caribe colombiano.
Si bien ya son más de cinco años sin protagonizar una telenovela, ha hecho parte de los elencos de producciones como La saga, Las noches de Luciana, El Zorro y Montecristo, con la particularidad de que cada vez es más llamado a ser el villano.
Incluso, hizo parte de un reality de aventuras y a pesar de no ganar, demostró que su carisma y el aprecio del público se mantienen intactos.
Lo que lo sorprende, es que el público, pese al paso de los años, aún lo recuerda por su personaje en Vuelo Secreto, la exitosa comedia de los domingos en los noventa, que fue su debut en la pantalla chica, y que lo impulsó como galán de moda.
"Grandes amigos, experiencias únicas y recuerdos inolvidables tengo de Vuelo Secreto. Hacer comedia es algo que quiero repetir, pero tiene que ser un proyecto muy bien logrado, porque es un género complicado", dice el actor.
De ahí en adelante vinieron una serie de protagónicos, algunos con más acierto que otros, como La guerra de las rosas, pero de todos guarda excelentes recuerdos y en especial la experiencia lo ha enriquecido para sus más recientes personajes.
Según Luigi: "cada día me siento mejor para asumir papeles diferentes y nuevos retos, permitiéndome riesgos, cosa que tal vez no hubiera hecho años atrás".
Y eso se ha visto en la pantalla, pues fue uno de los más destacados actores colombianos en la primera temporada de la serie del Canal Fox Tiempo Final.
Luigi es testigo del cambio de la televisión colombiana, de cómo se ha industrializado. "Antes los mexicanos nos venían a enseñar. Ahora vienen a aprender de nosotros".
Dicha apertura, le ha permitido participar en algunos canales internacionales, como recientemente lo hizo en The History Channel en la serie Historia a la carta, donde realizó la presentación de dos especiales sobre la gastronomía colombiana.
Pura maldad
Volver a ser villano es algo que no le molesta, aunque admite que luego de La quiero a morir, quiere cambiar.
"Me encanta hacerme odiar (risas). Mejor, me encanta que la gente odie a mis personajes, y eso se logra a través de los matices que logran los villanos. No descarto la idea de volver a realizar un protagónico, pero no tan blanco como suele ser".
"Me encanta esta historia porque es la vida de una mujer hecha y derecha que vive dificultades y tiene el valor de la colombiana para hacer feliz a sus seres queridos. Creo que es una historia necesaria para nuestra televisión", dice Luigi.
Hacer cine no es algo que lo trasnoche. Espera que le llegue la oportunidad ideal, pero por ahora, mientras realiza las grabaciones de esta telenovela, suele salir a descansar al campo donde cumple otra de sus pasiones heredadas de su familia: la ganadería.
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