La espera fue larga, muy larga, pero la satisfacción de tener hoy la casa que siempre soñó, sin duda compensa los tres años que demoró la entrega del subsidio de vivienda a Bibiana María Álvarez, su esposo e hija.
Acomodarse a un proyecto de vivienda de interés social que se ajustara a sus necesidades tampoco fue tarea fácil, pues tardaron un año más en encontrar un espacio que fuera agradable, tranquilo y sobre todo, seguro para su hija.
Luego de toda la espera, Bello, más específicamente la unidad residencial Peña Verde, fue el lugar que los cautivó.
"Nos gustó el entorno campestre, tranquilo y lo que ofrecía, tenía que ver con lo que buscábamos. La idea no era elegir cualquier proyecto no más por no dejar perder el subsidio. El proyecto tenía más cosas de las que esperábamos", dijo.
Desde junio de este año, Bibiana y su familia, dicen sentirse más feliz que nunca, pues ya habitan su propia casa. Además porque aseguran que al tratarse de vivienda de interés social, pensaban que la construcción les entregaría solo lo básico, sin embargo, esa concepción cambió.
"La unidad ofrece gimnasio, piscinas, senderos, canchas y un mall comercial. El proyecto es generoso desde su diseño, visualmente impacta", mencionó.
Hay que estar gestionando
Eso es lo que recomienda Bibiana a la hora de postularse para un subsidio de vivienda. No hay que quedarse a la espera de que las cosas sucedan, simplemente hay que estar atentos.
Si bien, ella y su esposo estuvieron durante tres años pendientes de que Comfama, la caja de compensación a la que pertenecen, les otorgara el subsidio, fue durante todo ese tiempo que estuvieron de allá para acá, averiguando en qué iba su proceso. La paciencia pareció premiarlos.
"El proceso para solicitar el subsidio fue sencillo, ir a la caja de compensación, nos pidieron una información, diligenciamos unos formularios, anexamos una documentación y de ahí creo que pasaba a una base de datos. Como requisito fundamental nos pidieron demostrar los ingresos", recordó.
Un regalo de Dios
Así se refiere Bibiana a su nueva casa y a las posibilidades que tuvieron para adquirirla.
"Con lo que dio Comfama ajustamos para la cuota inicial, además las ayudas del gobierno son inmensas porque bajan el valor de la vivienda de manera significativa", señaló.
Tener casa propia, además de un esfuerzo de su esposo y de ella misma, es según Bibiana, una manifestación de la unidad familiar, pues fue mucho el apoyo que recibieron para alcanzar este logro.
"Esta es una experiencia muy bonita, de mucha felicidad, porque siempre veníamos cada ocho o 15 días a ver cómo estaba quedando todo, cómo iba evolucionando el proyecto. Queríamos brindarle a nuestra hija algo bueno, eso era lo que más nos preocuopaba pero ya lo logramos", concluyó.
Ahora Bibiana y su familia después de una larga espera disfrutan de una casa solo para ellos.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4