Ni Totó la Momposina se acuerda a veces que no se llama Totó sino Sonia. Sonia no le dice nadie en este país. Ese nombre, tan desconocido ya, solo lo usa cuando se va afuera. No más. Totó conversa despacio. A veces canta dos palabras. Se ríe. Siempre explica.
— Espera me quito este reloj que me regalaron los de tropipop —dice antes de la foto— y está boleta.
—Están de moda—le grita alguien.
— ¿Están de moda? Me lo dejo, bueno.
Totó cantará esta noche con sus tambores, acompañada por la Red de Escuelas de Música, en el concierto de Festicámara, en el Puente Guayaquil. También con César López y la escopetarra, cuando suene El pescador.
El concierto es con lo sinfónico y con la escopetarra. ¿Cómo fusionar esos ritmos?
"Mira, la música es una sola, a todos nos rige un pentagrama que es la clave de sol. Así nuestra música y nuestros antepasados ancestrales nos hayan dejado un legado a través de sus voces, no significa que nosotros no estemos dentro de los acordes musicales del pentagrama. Una cantadora precisamente tiene que desarrollar esa versatilidad para cantar sola o acompañada. Ese acompañamiento puede ser con coros, palmas, tambores, tiples, guitarras, pianos, porque la música es una sola".
Lo que ha hecho es llevar la identidad y lo que hace César es reflexionar. ¿La música siempre para decir?
"Es que la música y la danza han sido elementos de denuncia. Es una manera de mostrar las inconformidades o las conformidades, los afectos o los desafectos. Por eso existe la música de despecho".
Cuándo le dieron el Grammy (interrumpe...)
"Pues yo sorprendida y todo el mundo sorprendido, ¿o no?".
Hay una cosa que dice y es que prefiere que la música sea la famosa...
"Soy un conducto regular, pero la música es la que tiene que volar, porque ella llega de generación en generación y vuela. Eso es por ley de naturaleza".
¿Y ve futuro?
"Eso van apareciendo poco a poco porque no es que vayan a aparecer de un momento para otro, porque hubo unas circunstancias, como esa música no existía aquí en Colombia, hay como un despertar en el que irán apareciendo las cantadoras. Uno comienza por su casa y yo por lo menos en mi legado tengo una adolescente que tiene 16 años, es soprano y canta muy bien. Hay que esperarla, a ver si se dedica a lo que tiene que dedicarse".
Es muy amiga de la peruana Susana Bacca. ¿La música folklórica nos conecta?
"Claro que sí, porque es que las cantadoras cantan sobre los amores o desamores, tristezas o alegrías de los pueblos en el cotidiano vivir. Por eso es que la música de la identidad tiene sus nexos con muchas cantadoras de diferentes países. El Caribe es Caribe aquí, en Cuba, en Puerto Rico, en Europa".
En Colombia Totó es conocida, pero afuera mucho más. ¿Qué es lo que les gusta de nuestra música?
"Es una música fresca, ese es el secreto, porque nosotros tenemos varias influencias, africana, indígena, marroquí, francesa, alemana, inglesa, porque de todos ellos llegaron y lógico que tenían que mezclarse, quisieran o no quisieran. Eso significa que es una música con nuevas mezclas sonoras y eso no se llama ni fusión, yo le llamo el enamoramiento de las culturas, cuando las culturas se mezclan armoniosamente, poniendo cada uno de su parte en los movimientos, entonces sale algo puro. La música de la identidad, cautivadora es la palabra, porque es natural, porque no se está haciendo para vender si no para entregarla al corazón".
¿Cómo va el nuevo disco, El asunto?
"Estamos en la carátula, pero eso sí son sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas".
¿Por qué sigue cantando sin zapatos?
"Es la sensación de libertad, como cuando uno entra a un templo, el teatro es un templo para mí, entonces yo dejo mis zapatos y los muchachos también se quitan las chancletas y comienzan a tocar".
¿Queda alguno que le diga Sonia Bazante?
"¿Y esa señora quién es? ¡Ay…, solamente cuando voy a salir del país (risas) ".
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