En medio de cuestionamientos de las organizaciones ambientalistas, pero de un amplio respaldo de dirigentes empresariales, el gobernador Luis Alfredo Ramos Botero firmó el acta de inicio de las obras del Túnel de Oriente.
El acto, considerado como la segunda fase del proyecto, es el punto de partida para que los trabajos comiencen en tres meses.
Ramos lo consideró como un gran día para Antioquia y para la ingeniería porque queda en firme la iniciación de una obra que el departamento esperaba hace medio siglo, pero que no se hacía por falta de recursos.
A quien hizo los estudios preliminares hace muchos años -recordó- le dijeron que había que esperar a que el Oriente tuviera un millón de habitantes, y hoy está todo dado para que la obra dé soluciones.
Frente a los reparos por los impactos, dijo que en los últimos tres años se perfeccionaron los diseños y también los acuerdos para obtener la licencia ambiental y "dar confianza a los vecinos" de que todo se hará dentro de las normas técnicas.
"Quiero dar confianza a la comunidad de Santa Elena de que serán respetadas las fuentes hídricas", aseguró.
En cuanto a los detalles del macroproyecto, precisó que el 80 por ciento de la financiación se hará vía peajes, de manera que los usuarios pagarán la obra, cuyo costo está estimado en 800.000 millones de pesos.
Tras valorar el interés por la obra que en su momento mostró el presidente Belisario Betancur y más reciente el presidente Álvaro Uribe, reafirmó que "este mismo año se iniciarán los trabajos" para que Antioquia pueda contar con ella en el menor tiempo posible.
El Departamento, según la concepción del cierre financiero, sólo pondrá el 7 por ciento de los recursos, y la expectativa es que se entregue en cuatro años.
En la defensa del Túnel de Oriente, Ramos aprovechó para criticar los errores que se cometieron con la construcción de la doble calzada a Las Palmas, en cuyas intervenciones en su administración se han invertido 27.000 millones de pesos.
La decisión de hacerla sin todos los viaductos que indicaban los diseños por economizar recursos -dijo- hizo equivocar a los concesionarios, cuestionados por el Gobierno y la comunidad. "No podemos cometer los mismos errores como diseñar con menores especificaciones y presupuesto", sostuvo.
El mandatario extendió sus críticas a la Conexión Vial de Occidente, que también requiere obras para mejorarla, y aseguró que el nuevo túnel es una obra con visión de futuro, que permitirá llegar del Hotel Intercontinental al aeropuerto José María Córdova en 18 minutos.
Otra de las potenciales ganancias que subrayó, es que mientras Medellín tiene 15.000 hectáreas, el Oriente tiene más de 60.000 hectáreas para que el departamento crezca en su desarrollo.
El ingeniero experto en temas viales Rodrigo Salazar valoró que el solo hecho de acercar el aeropuerto a Medellín es una razón poderosa para construirlo, y evocó que estuvo para licitación simultánea con el metro en el gobierno de Belisario, y de cierto modo uno aplazó al otro.
Sobre las dudas por los impactos, estimó que la tecnología ha evolucionado mucho en estas obras (y aquí se aplicará), como quiera que en Europa ya pasan de 5.000.
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