Esta columna pretende ser una declaración de amor a los placeres, una pregunta constante, una mirada hacia otros temas más allá de los números o la política, una exploración sin respuestas, una pregunta permanente. Fijarse en lo vano, lo inane y lo pequeño también ayuda a construir el mundo, esas ideas que otros consideran solo forma pero se hallan llenas de contenido, son de mi interés. Ya lo dijo Mies van der Rohe, el arquitecto alemán que dirigió la escuela de la Bauhaus antes de su exilio en Estados Unidos, "Dios está en los detalles" y en nuestra sociedad más preocupada por la exageración y el ruido, estos poco se miran.
Advierto sin embargo que tengo una visión moldeable y sujeta a cambios, mi riqueza es el criterio, tengo múltiples dudas y preguntas y ansiedad por formularlas; no poseo la respuesta ni conozco el paradigma, por el contrario trato de destruirlo todo el tiempo, creo en un mundo de imposibles y admiro las utopías, creo y respeto profundamente la voluntad del otro, creo en el sinsabor y en la penumbra... y a la memoria, como ya lo dijo un escritor colombiano, la considero un lastre... no camino con paso firme, simplemente deambulo y trato de ser... ni siquiera feliz.
Creo que la crítica constructiva nos mejora y que la ironía es aliada del humor. Los alumnos me han enseñado a amar a los jóvenes y a tratar de entender un universo compuesto muchas veces por alegorías indescifrables, entre adultos siempre me he sentido a gusto y admiro sus silencios reflexivos. Aprendí a leer en una silla roja, alrededor de un padre y unos hermanos que devoraban y comentaban la prensa del país y los sucesos nacionales, ahí y en la mesa me formaron en ética y valores, allí aprendí y conocí los instrumentos con los cuales he podido navegar por la vida y aquí voy.
Espero construir estas historias con el conocimiento que me han brindado los cientos que han pasado por mi vida y con los cuales he compartido enseñanzas, amistad, docencia, conocimiento, dudas, trabajo y vida.
Gracias a la dirección por invitarme, debo confesar que siento miedo y que simplemente espero hacer esta columna de la mejor manera, si me equivoco, a los que me lean les pido paciencia, este será un camino que espero largo.
Gracias adicionales a quien se detuvo a leer estas líneas; espero, amable lector, que regrese y que podamos establecer un diálogo en el que la interlocución se haga con respeto y con ideas.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6