El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, preparará hoy con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, el futuro de un Irak sin tropas estadounidenses, en el primer acto de una semana que dedicará a marcar el fin de la guerra.
Obama tiene previsto tratar, según la Casa Blanca, "la salida de las fuerzas militares estadounidenses de Irak" y los esfuerzos "para comenzar un nuevo capítulo en la alianza estratégica integral entre E.U. e Irak".
El Presidente, agregó la Casa Blanca, rendirá homenaje a los esfuerzos "para alcanzar este momento tan prometedor para una amistad duradera, cuando ponemos fin a la guerra de E.U. en Irak".
Será el primer encuentro entre ambos mandatarios desde que Obama anunció el pasado octubre el fin de la presencia militar en Irak, ante la falta de un acuerdo con Bagdad para mantener más allá del 31 de diciembre un contingente de varios miles de soldados.
La promesa del fin de la guerra en el país asiático fue la base de la campaña electoral del 2008 del líder norteamericano, y su cumplimiento servirá, sin duda, para impulsar sus intenciones de reelegirse como Presidente para 2012.
Este miércoles Obama irá a la base militar de Fort Bragg, en Carolina del Norte, para dirigirse a los soldados.
El Mandatario, según su portavoz, Jay Carney, hablará a los efectivos sobre "los enormes sacrificios y logros de los valientes estadounidenses que sirvieron en la guerra".
También destacará "el extraordinario hito" que representa el fin de la presencia militar en Irak y de una guerra en la que murieron más de 4.400 soldados estadounidenses y cerca de 100.000 iraquíes desde su comienzo, en marzo de 2003.
Las encuestas apuntan a que tres de cada cuatro estadounidenses respalda la retirada, una iniciativa que cuenta también con un amplio respaldo en Irak.
Pese a ello, la oposición republicana reprochó a Obama por no conseguir un acuerdo con Bagdad para mantener una presencia militar en aquel país.
En la actualidad permanecen en Irak en torno a 8.000 militares estadounidenses, que habrán abandonado el país árabe para el 31 de diciembre.
Cada día, alrededor de 800 soldados estadounidenses abandonan esa nación, según explicó esta semana el teniente general Frank G. Helmick, subcomandante general de las fuerzas estadounidenses en Irak y responsable de supervisar el proceso de retirada de las tropas.
Cuando Obama anunció la marcha definitiva, quedaban en Irak cerca de 40.000 soldados, de los que sólo unos 200 permanecerán allí hasta la ceremonia que conmemorará el final de la guerra, el 30 o el 31 de diciembre.
El Pentágono dejará algunos de los equipos en el país, reconoció el general, aunque no serán vehículos militares, armas ni munición.
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