En el campo de juego, Yina Cartagena Muñoz es estratégica, rápida y sagaz. Participa en las asistencias y es el alma de los goles. Se entrega al ultimate con amor. Lo vive como su mayor pasión.
Esta antioqueña de 22 años fue catalogada como la mejor jugadora del Mundial de Osaka, Japón, en julio pasado, título que ostentará hasta el próximo evento, en 2016. En ese torneo participó como capitana de la Selección Colombia femenina.
El conjunto tricolor logró allí cupo para los World Games, certamen que se desarrollará en Cali el próximo año.
Yina llegó al ultimate por azar. A sus 16 años dejó el voleibol para experimentar una actividad nueva que le enseñaron en la escuela popular del deporte del Inder de su barrio, El Salado, en San Javier.
Con el tiempo, se enamoró de este juego porque según ella, “es un deporte para personas diferentes y honestas, pues se practica por diversión y no por ganar a toda costa”.
Ella espera poder demostrar en próximos campeonatos las habilidades que le otorgaron el MVP, título que certifica que es la jugadora de ultimate más valiosa del planeta. Sin embargo, parte del sueño de esta paisita aún no se cumple. Quiere que esta disciplina deportiva sea conocida en Colombia y reciba el apoyo necesario para que más gente la practique y se convierta en una actividad insignia del país.
Con sentido social
En la Comuna 13 de Medellín se juega ultimate con pasión y calidad. Gran parte del desarrollo de este deporte en ese sector de la ciudad, se debe al proyecto que le concedió a Yina el reconocimiento como Mujer Talento 2009.
La antioqueña decidió compartir su experiencia con sus vecinos en un juego que le ha regalado triunfos y alegría. Por eso, repartió sus conocimientos en cinco barrios de la Comuna 13 para que niños y jóvenes encontraran en el ultimate una razón de vida. Y ella es una guía.
Pico y Placa Medellín
viernes
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