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Luego de ser notificada que el Senado ha decidido suspenderla y someterla a un juicio político con miras a su destitución, Dilma Rousseff calificó como un “golpe de estado” y no un impeachment la jugada para sacarla del poder y enfatizó en que pudo haber cometido errores durante su mandato pero no delitos.
(Lea aquí Senado suspendió a Dilma Rousseff)
Dilma agradeció además a los 54 millones de votantes que la eligieron y se declaró dolida por lo que calificó como un acto de injusticia y una “farsa jurídica” en su contra.
La que hasta este jueves fuera la presidenta de Brasil resaltó la importancia de la democracia y señaló que luchará con todos los instrumentos posibles para mantenerse en el poder y cumplir con su mandato que va hasta el 31 de diciembre del 2018.
La notificación fue entregada por el senador Vicentinho Alves, primer secretario de la Cámara Alta, en el despacho que hasta este jueves ocupó Rousseff en el Palacio presidencial de Planalto y en el que esta misma tarde se instalará el vicepresidente Michel Temer, que la sustituirá en forma interina mientras se desarrolla el proceso.
Tras entregarle el documento a Rousseff, el senador Alves seguirá rumbo a la residencia oficial de Temer, donde cumplirá un trámite similar y le informará oficialmente sobre la decisión del Senado que le convierte en presidente interino de Brasil.
Por una cuestión de “respeto”, en el momento en que la mandataria recibió el documento no se permitió la presencia de fotógrafos ni de periodistas.
Frente al Palacio de Planalto se han agolpado alrededor de 2.000 partidarios de Rousseff, quien llegó al poder en 2011 y en 2014 fue reelegida para un segundo mandato interrumpido por la decisión adoptada hoy por el Senado, que por 55 votos frente a 22 instauró el juicio político que la separa del cargo.
En caso de que Rousseff sea finalmente absuelta en ese proceso, en el cual responderá por unas maniobras fiscales irregulares en las que incurrió el Gobierno en 2014 y 2015, recuperaría el poder una vez que sea publicada la sentencia.
Sin embargo, si se llegara a su destitución, Temer completará el mandato que vence el 1 de enero de 2019.