El expresidente salvadoreño Francisco Flores, que está bajo arresto domiciliario, fue trasladado de urgencia a un hospital privado luego de sufrir un desmayo. Se encuentra en estado de coma clínico, informó su abogado Edgar Morales Joya.
Según una de sus representantes legales, Yanira Ticas, el estado de Flores “es muy grave y crítico” dado que los doctores han diagnosticado “un trombo en una arteria que le ha inmovilizado toda la parte derecha del cuerpo” y lo mantiene “sin respuesta a estímulos, ni respuesta de ningún tipo”.
Como consecuencia de la obstrucción arterial, el exgobernante ha sufrido un derrame y un paro cardíaco, por lo que “se le está practicando un cateterismo para intentar deshacer el coágulo”.
“La situación es difícil y muy compleja, y por el momento no se puede avanzar nada más que lo que nos han dicho los doctores que lo atienden”, explicó Ticas a la prensa en el exterior del hospital.
La hija del expresidente lo encontró inconsciente, explicaron a la prensa los abogados defensores Edgar Morales Joya y Yanira Ticas. Tras informar a los médicos sobre su estado se le trasladó al Hospital de La Mujer, en la zona oeste de la capital salvadoreña, donde permanece bajo vigilancia policial.
Flores de 56 años, que padece de trombosis en una de sus piernas, ya había sido hospitalizado de urgencia el pasado 22 de diciembre tras sufrir una hemorragia interna; y también en octubre de 2014, cuando pasó 19 días en la clínica por la trombosis que padece y los problemas biliares.
Durante una audiencia preliminar que se celebró el 6 de octubre del pasado año, Flores tuvo que abandonar la sala en un par de ocasiones para recibir rehabilitación en la pierna y solicitar recesos extra debido a su estado de salud. Ese día, el juez Miguel Ángel García Argüello, del Juzgado Séptimo de Instrucción, agregó a la imputación el delito de lavado de dinero, pero la citada cámara suprimió ese delito del proceso penal.
Flores, estaba bajo arresto domiciliario en su residencia en el exclusivo barrio San Benito a la espera de ser juzgado por los delitos de peculado, enriquecimiento ilícito y desobediencia a particulares.
Según la acusación, Flores desvió más de 15 millones de dólares donados por el gobierno de Taiwán para ayudar a los damnificados de los terremotos de 2001, que nunca recibieron el dinero.
En el juicio el tribunal dictaminó que se desviaron 10 millones de dólares a cuentas del partido Alianza Republicana Nacionalista y para beneficio propio durante el gobierno de Flores, entre 1989 y 2004.