Un breve respiro tomó el equipo de campaña de Hillary Clinton ayer, al conocer las más recientes encuestas en Estados Unidos y saber que a pesar de que llegó a estar por detrás de Donald Trump en los últimos días, se recuperó en las cifras y alcanza hasta 3 puntos porcentuales de ventaja sobre su rival (45% sobre 42%, según CBS).
Por supuesto, este sería un escenario en el que no puede perder la atención porque cualquier otro error podría significar un resultado fatídico el martes 8 de noviembre, día D para el futuro estadounidense.
De hecho, la campaña de la exsecretaria de Estado aún no logra los apoyos que esperaba en estados como Carolina del Norte y Florida, considerados cruciales para la actual votación.
La demócrata esparaba conseguir una ventaja considerable en ambos lugares antes de la jornada electoral del 8 de noviembre. No obstante, los sondeos indican que Clinton no alcanza tan buenas cifras como las de Barack Obama en 2012. Una de las explicaciones que da la prensa estadounidense y agencias internacionales como Associated Press, es que se espera que la participación afroamericana merme en estos comicios.
Pero esta recaída en algunos estados —que no dejan de dar reñida superioridad a Clinton—, se compensa con lo que pasa en otros como Nevada y Colorado.
En este sentido, Michael McDonald, experto en participación política y docente de la Universidad de Florida, explicó a AP que “hemos visto cambiar la trayectoria de las elecciones en algunos estados, pero los demócratas también están ganando terreno”.