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La investigación que habría llevado a la tumba al fiscal argentino Alberto Nisman, no cesó y, por el contrario, ayer tuvo alcances de difusión mundial, luego que el fiscal sucesor de Nisman, imputara cargos contra la presidenta argentina, Cristina Fernández, por supuesto encubrimiento de los terroristas iraníes que dinamitaron la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia), en 1994, episodio en el que perdieron la vida 86 personas.
Con Fernández además fueron imputados el ministro de Exteriores, Héctor Timerman y los dirigentes Andrés Larroque y Luis D’Elía. A estos se les suman otros personajes, de acuerdo con la lista del fiscal. Nisman murió el pasado 18 de enero, en circunstancias aún no esclarecidas, cuando pretendía llamar a declarar a la Presidenta.
Su muerte se presentó inicialmente por las autoridades como un suicidio, pero la investigación judicial, presionada desde distintos sectores ciudadanos y políticos, parece avanzar en otras hipótesis, como que se trató de un crimen.
Líderes de opinión, medios y ciudadanía especulan con la supuesta participación del gobierno en el trágico hecho. Tanto que está prevista una marcha para el 18 de febrero (18-F), en la que partidos y personas críticas del kirchnerismo reclamarán fin a la impunidad en el caso.
El gabinete de Fernández se defiende con duros cuestionamientos a la movilización. “Si los que la están convocando son narcos y Cecilia Pando (política de ultraderecha), que debe tener un brote antisemita fenomenal, si los que están participando son la gente de Amia y de Daia (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas), junto a fiscales que no hicieron nada para que la causa avanzara, estamos en presencia de algo que nos duele y nos preocupa”, dijo en rueda de prensa el secretario general de Presidencia, Aníbal Fernández.
El jefe de Gabinete del Gobierno, Jorge Capitanich, sostuvo que “es preocupante cuando en una marcha muchos de los que convocan son aquellas personas que justifican el robo de bebés de la dictadura y abogados de reconocidos narcotraficantes”.
Consultado por EL COLOMBIANO, Vicente Palermo, experto del Centro de Investigaciones Políticas (Cipol) de Argentina, no dudó en recalcar el peso negativo de los casos Nisman y Amia sobre la Presidenta.
“La marcha va a tener muchas implicaciones. Va a reunir una cantidad importante de gente, lo que va a constituir una expresión política y moral significativa. Esto mientras el día de hoy (ayer) fue imputada la misma presidenta por su presunta participación en una trama de encubrimiento. Sin duda el asunto seguirá impactando negativamente al kirchnerismo”, explicó.
Para el experto, no puede determinarse qué tan fuerte pueda ser el impacto de la marcha y el proceso en la campaña a la presidencia del mes de octubre. “Los votantes en este país cometen el error de elegir por una bandera política, más que por los logros o errores que tenga un gobierno determinado”, comentó
Marcos Novaro, politólogo y docente de la Universidad de Buenos Aires, por su parte, manifestó que “el gobierno sigue dando declaraciones que lo único que hacen es enturbiar aún más el ambiente político”, dijo