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Trump cruzó la línea de una guerra de 70 años

El presidente de Estados Unidos hizo una inesperada visita a Corea del Norte. El encuentro le suma popularidad para las elecciones de 2020.

  • Esta fotografía muestra el momento en el que Donald Trump cruza la línea fronteriza entre Corea del Norte y Corea del Sur, en compañía de su homólogo líder de Pionyang, Kim Jong - un. FOTO AFp
    Esta fotografía muestra el momento en el que Donald Trump cruza la línea fronteriza entre Corea del Norte y Corea del Sur, en compañía de su homólogo líder de Pionyang, Kim Jong - un. FOTO AFp
01 de julio de 2019
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Y de repente, Donald Trump se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en pisar Corea del Norte.

Todo comenzó, aparentemente, por un trino. Acababa de culminar la cumbre del G20 que se realizó en Osaka, Japón, y el republicano aseguró que viajaría rumbo a Corea del Sur para encontrarse con su homólogo de ese país, Moon Jae-in.

“Mientras esté allí, si el presidente Kim Jong-un de Corea del Norte ve esto, me reuniría con él en frontera, solo para darle la mano y saludar”, escribió, al final de la tarde del viernes.

Casi 24 horas después, Trump estaba con Kim en el Área de Seguridad Conjunta de la llamada Zona Desmilitarizada (ZDC), un sector que separa las dos Coreas y que fue creado en 1953, tras la firma del armisticio que dio fin a la Guerra de Corea, y que fue pactado por las dos Coreas, China y Estados Unidos.

El escenario del encuentro

Esa franja tiene una longitud de 250 kilómetros y es el mismo punto en el que los presidentes de esos dos países, que fueron uno solo hasta 1945, se encontraron en abril de 2018 para celebrar su tercera cumbre intercoreana, después de las citas del 2000 y 2007 que se dieron en Pyongyang.

Estando aún en el lado de Corea del Sur, Trump preguntó a su homólogo: “¿Quiere que cruce?”. “Me sentiré honrado si lo hace”, respondió el líder de Pionyang, y así, América despertó con la imagen de un presidente de Estados Unidos en suelo de Corea del Norte, un país con el que suman siete décadas de tensiones.

La reunión duró 45 minutos, según reseñó la agencia AFP. Al final, el republicano anunció el reinicio de los contactos para negociar con ese país el fin de su carrera en las armas nucleares, que serán liderados por el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el enviado especial para ese país, Stephen Biegun.

La estrategia de Trump

“Esos encuentros no se pueden organizar a último momento. Trump es un showmen, le gusta ser el centro del espectáculo”, afirma el profesor de política internacional de la Universidad Americana de Washington, Emilio Viano.

Trump está en campaña por la reelección desde el pasado 18 de junio, cuando realizó un acto en Orlando para anunciar su candidatura a los comicios de 2020.

Por su parte, Kim se perfila cada vez más como un mandatario que protagoniza la política internacional. En tan solo dos meses se ha entrevistado con los presidentes de las potencias mundiales: Vladimir Putin, de Rusia; Xi Jinping, de China, y, por supuesto, Trump.

Además, ha tenido una agenda con su homólogo de Corea del Sur.

Con una antesala política en la que el republicano, contra el tiempo, intenta cumplir las promesas que lo llevaron a la Casa Blanca en 2016, el mandatario suma puntos que se traducen en golpes mediáticos, según expertos.

“Trump es un negociante que está tratando de reversar lo que considera como errores de su antecesor demócrata Barack Obama. Pero hay que ver los alcances de este acercamiento y si son solo fotos para la reelección”, afirma el analista político Diego Cediel.

El tercer encuentro entre los dos mandatarios y la histórica foto en la que Trump cruza la línea que divide las Coreas es una imagen que queda para la historia, debido a que es innegable que consiguió lo que ninguno de sus antecesores: pisar el territorio de uno de los países con los que Estados Unidos ha tenido mayores tensiones.

Pero detrás de esa fotografía hay una serie de tareas que puso la comunidad internacional para Pyongyang: detener su carrera armamentística, desnuclearizar la península, entregar los cuerpos de todos los soldados norteamericanos que fallecieron en la Guerra de Corea y esclarecer los casos de los uniformados japoneses que fueron privados de su libertad en ese país.

Todos estos, aspectos que el mundo aún no ha constatado porque, vale recordar, en enero y en abril de este año se conocieron imágenes de nuevos movimientos en las plantas de que maneja Kim y en mayo el país también ensayó misiles que, según su versión, eran de largo alcance, un tipo de armamento que es, justamente, el que las potencias le han pedido dejar atrás.

Más allá de la foto

Este encuentro refuerza la imagen de que Trump es un presidente que puede efectuar labores concretas, casi que de una forma inmediata, así lo explica el profesor de relaciones internacionales de la Universidad Externado, David Castrillón.

Más allá de esto, “no logra nada en la reunión porque no se firmó ningún documento, pero sí abre la puerta para que hayan más cumbres y genera confianza en la relación con ese país. Este último punto es el verdaderamente importante. Ahora hay que ver qué pasa luego”, comenta Castrillón.

La puerta en la relación de los dos países está abierta, al igual que la ruta a la reelección, dos puntos que convergen, entre líneas, en la fotografía de los presidentes que dio la vuelta al mundo . .

3
cumbres han realizado los presidentes de EE.UU. y Norcorea en un año.
17
meses faltan para las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

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