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Cuatro años de mandato como presidente de Estados Unidos se convirtieron para Donald Trump en un largo recorrido para buscar quedarse en la Casa Blanca por un período más. El magnate de 74 años, acostumbrado a una vida rodeada de cámaras y prensa, ha encontrado en los mítines y eventos multitudinarios el escenario predilecto para expresar sus ideas políticas, aún desafiando las recomendaciones médicas durante la pandemia de coronavirus.
Aunque virtualmente se enfrentó a otros cuatro candidatos durante las primarias republicanas, la abrumadora votación del 94 % a su favor dejó clara la apuesta del partido por su reelección. El 28 de agosto aceptó oficialmente la nominación y dio impulso a su lema oficial de campaña Keep America Great (mantengamos grande a EE. UU.), a espejo del que usó hace cuatro años: Make America Great Again (hagamos a EE. UU. grande otra vez).
Los dos debates y el que nunca ocurrió
La campaña inició con un atropellado intercambio de “dimes y diretes” entre Trump y su rival demócrata Joe Biden en Cleveland, Ohio, el 29 de septiembre. Mientras el mandatario acusó a Biden de querer implantar el socialismo en Estados Unidos, éste le reprochó que “no tiene ningún plan para hacer frente a la pandemia y las crisis sociales que está dejando a su paso”.
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Pero el contagio de coronavirus de Trump, confirmado el 2 de octubre modificó la agenda y el debate que estaba programado para el 15 de ese mes en Miami nunca ocurrió. En su lugar, ambos candidatos respondieron preguntas de la ciudadanía en cadenas en transmisiones televisadas. Un segundo encuentro cara a cara entre ambos se llevó a cabo en Nashville, Tenesee, el 22 de octubre.
El brote de covid-19 en la Casa Blanca
Confirmado su contagio, Trump fue trasladado en helicóptero al hospital militar Walter Reed, donde su equipo médico le proveyó un tratamiento experimental con resultados científicos aún no comprobados. Allí, en lugar de guardar reposo, el mandatario continuó activo en Twitter y otras redes sociales, enviando mensajes escritos y en video sobre su estado de salud.
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Luego, en un hecho sin precedentes, Trump abordó un vehículo y recorrió las afueras del hospital para saludar a sus seguidores que se apostaban a la espera de noticias. Fue dado de alta el 5 de octubre, apenas cuatro días después de confirmado su diagnóstico, y continuó con su agenda de eventos públicos.
Amy Coney Barret, su alfil
Uno de los tramos cruciales de la campaña republicana por la Presidencia se concentró en nominar y confirmar a Amy Coney Barrett como jueza en el Tribunal Supremo, luego del deceso del ícono progresista Ruth Bader Ginsburg.
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La llegada de Barrett a la máxima instancia judicial estadounidense consolida una mayoría conservadora y la hace delegataria de la misión encomendada por Trump: revisar y posiblemente revertir la aprobación del aborto en el país.
¿Todo bien, Melania?
La actitud de la primera dama, Melania Trump, en los actos de campaña en los que ha acompañado su esposo ha sido llamativa para la prensa y los usuarios de redes sociales, que han destacado la actitud distante y poco afectuosa entre ambos.
Ella, sin embargo, ha recorrido el país a su lado, ha posado para las cámaras, y ha sido anfitriona de eventos en la sede presidencial, evitando paralelamente hacer declaraciones sobre su vida personal.