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Estados Unidos les cierra espacio a Biden y a Trump

Los dos quieren jugar fuerte en las presidenciales de 2024, pero tienen baja popularidad. ¿Hay otras figuras?

  • Mientras la figura de Joe Biden se ha desgastado por cuenta de los problemas económicos de Estados Unidos, Donald Trump ha estado envuelto en varios líos judiciales. FOTO Getty
    Mientras la figura de Joe Biden se ha desgastado por cuenta de los problemas económicos de Estados Unidos, Donald Trump ha estado envuelto en varios líos judiciales. FOTO Getty
16 de agosto de 2022
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Los partidos Demócrata y Republicano están analizando a fondo si les vuelven a prestar sus chapas a Joe Biden y Donald Trump –respectivamente– para aspirar a la Presidencia de Estados Unidos en el 2024.

La razón es que ambos están duramente golpeados ante la opinión pública y, según analistas políticos, podrían restar votos en lugar de atraerlos. Sin embargo, ambos líderes tienen cosas para sacar pecho y pueden terminar siendo los ungidos nuevamente.

Por un lado, Biden tiene una popularidad baja que solo logra, según la corporación pública de medios PBS NewsHour-NPR-Marist, una favorabilidad del 36 por ciento entre los estadounidenses.

Biden enfrentó el último envión de la pandemia del covid-19 y los rezagos que dejó sobre la economía, a lo que se le suma el problema de migración ilegal con el que lo atacan duramente sus contradictores. Aseguran que es su culpa la reapertura de fronteras y, para los más conservadores, eso generó la ola de migrantes.

Y, en materia económica, el Índice de Precios al Consumo (IPC) cayó a 8,5% en 12 meses calculado al mes julio, según las cifras del Departamento de Trabajo. Eso es un porcentaje estable, pero que impacta sobre los bolsillos de la gente que, por ser un tema político, termina responsabilizando al Jefe de Estado.

Biden, quien en noviembre cumple 80 años, ya dijo que quiere lanzarse a la reelección, aunque en su partido no lo ven con buenos ojos. Incluso, su impopularidad también le pasa factura a Kamala Harris, la vicepresidenta, quien aún no cuenta con el apoyo demócrata completo para aspirar a la Casa Blanca.

Mitchell Brown, profesora del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Auburn en Alabama –citada por el diario español Ara–, aseguró que la falta de popularidad también se debe a que no puede hacer campaña por estar gobernando.

“La gente se orienta a la economía, y Trump también tiene un gran apoyo y, sin duda, está intentando salir y reunir a su electorado, mientras que Biden no lo puede hacer porque está demasiado ocupado siendo presidente”, precisó la analista.

Sin embargo, esta semana puede tener un respiro con la aprobación –el viernes– de su ambicioso paquete ambiental, que incluye inversiones por 430.000 millones de dólares y que Biden espera derivar positivamente en los bolsillos de la gente. Eso podría traducirse en apoyo político.

¿Trump está acorralado?

En este contexto, que no pinta muy bien para el actual Jefe de Estado, Trump –quien habitó la Casa Blanca entre 2017 y 2021– tampoco tiene un panorama claro.

A él también le critican su edad (76 años) y enfrenta procesos judiciales como el de la toma violenta al Capitolio el 6 de enero de 2021, cuando endilgaba a un supuesto fraude, que no existió, la pérdida de su reelección inmediata.

Trump quiere que el Partido Republicano lo vuelva a nominar, pero el desgaste de su imagen es muy evidente.

De hecho, el miércoles le fue allanada su mansión de Florida en medio de otro expediente que tiene por, supuestamente, extraer de forma irregular documentación clasificada de seguridad, algo que él niega (Ver Para Saber Más).

El FBI encontró en esa vivienda al menos 26 cajas marcadas como secretas y todas con documentación que no debería estar por fuera de la Casa Blanca.

Y justo 24 horas después terminó en una Corte de Nueva York negándose a responder las preguntas de una fiscal en torno a las supuestas irregularidades que su familia –y él mismo– han cometido con el fisco evadiendo impuestos.

Así las cosas, ni Biden ni Trump tienen un escenario sencillo para mostrarse como opciones fuertes para el 2024 y deben enfrentar, además, las elecciones del mes de noviembre que viene, cuando se puede dar una reconfiguración de las cargas políticas en el Congreso. Habrá cambios

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