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Su poder va en decadencia. El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, representando del Movimiento al Socialismo (MAS), no logró sellar ayer su cuarto mandato en línea en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas en Bolivia y tendrá que, en diciembre 15, medirse una vez más en las urnas.
Por primera vez en la historia de ese país, tras tres victorias en primera vuelta y 37 años sin una segunda vuelta presidencial, Morales se enfrentará a su principal contendor, el expresidente Carlos Mesa, candidato del Comunidad Ciudadana, que ya gobernó entre 2003 y 2005.
Los resultados preliminares con el 83 % de los votos escrutados, a las las 8:00 p.m (hora de Bolivia), conforme afirmó el Tribunal Supremo Electoral (TSE), están así: Morales tiene el 45,28 % de los votos, seguido de Mesa con el 38,16 %. Sin embargo, cabe aclarar que aún falta por escrutarse un amplio porcentaje (13 %), posiblemente de voto rural, que, a juicio de los analistas, es favorable a Morales.
Bajo este panorama, Morales encabezó la votación, pero no superó el 51 % que exige la constitución boliviana y está obligado a medirse a Mesa.
De esta forma, Mesa calificó la votación que lleva a Morales a una segunda vuelta como un “triunfo incuestionable” y puntualizó, en medio de abrazos, rodeado de militantes de su partido, y con un tono contundente, que por la información que tiene del TSE y los medios de comunicación “¡estamos en segunda vuelta!”
Por su parte, Morales, al cierre de esta edición, no se había pronunciado, pues a juicio de Rocío Lloret, periodista política de Bolivia, él cree que el restante de votos por escrutar pueda darle la victoria y no se vería forzado a otra ronda.
Ante este panorama, el especialista en América Latina de la Ciencias Políticas de París, Gaspard Estrada, le dijo a la agencia AFP, que “si hay una segunda vuelta se transforma en referéndum”. Es decir, unos comicios similares a los del 2016, los que perdió Morales pero generó dudas en los resultados.
Los analistas coinciden en que la ciudadanía y los candidatos no confían en el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Así, al acercarse a depositar su voto al sur de La Paz, el candidato Mesa aseveró en una rueda de prensa que este es un “brazo operativo” del Gobierno y que no se fía en la transparencia del proceso. Al igual que los otros seis candidatos, declarados como opositores, ha afirmado desde el inicio de la campaña que el TSE “ha tomado decisiones para favorecer a Evo” y que el presidente “controla los poderes del Estado, incluso el electoral”.
Tengo la maleta siempre hecha y mi brújula, que por lo general apunta al sur, me trajo al periodismo para aclarar mi voz. Busco la pluralidad y no le temo a la diferencia.
Respiro política. Politólogo de la Universidad Nacional. Cursando Maestría en Estudios políticos. Abogado en formación.